Cifras tenebrosas

Veamos

Cifras tenebrosas

Autor: Wari

Veamos. El 70% de los trabajadores chilenos son pobres. Es decir, siete de cada diez asalariados recibe un sueldo que no le alcanza para vivir. Por eso, entre otras cosas, el 74% de los trabajadores está endeudado cuatro veces su sueldo: labora para pagar deudas. Ni hablar si quedan cesantes.

Sigamos. El gobierno de derecha planteó un reajuste del sueldo mínimo (o como quieran llamarlo) de un 6%. Los alimentos subieron un 10%. La plata que llegaría sólo alcanzaría para paliar el aumento del precio de pasajes en el Metro y el Transantiago. El ingreso es tan bajo que el Gobierno, como una gracia, tiró un bono para que las familias puedan comprar comida.

La Central Unitaria de Trabajadores (CUT) junto a especialistas y legisladores situó en 250 mil pesos el sueldo mínimo. El derechista y oficialista partido Renovación Nacional planteó que el ingreso base debería ser de 200 mil pesos. Antes, la Iglesia habló de un “salario ético” de 250 mil pesos; pero hace poco, monseñor Alejandro Goic dijo que eso era en 2007 y que según economistas ahora el “salario ético” debería ser de 320 mil pesos.

¿Qué pasó? La administración de Sebastián Piñera ofreció, de inicio, 191 mil pesos como ingreso mínimo, y ante los reclamos, subió dos mil pesos para dejarlo en 193 mil pesos. (Hubo quienes dijeron que “fue una burla cruel”).

Oficialmente el per cápita de ingreso de cada ciudadana y ciudadano del país es de unos 16 mil dólares. Con el sueldo mínimo actual, una trabajadora o un trabajador, alcanza a percibir al año, alrededor de 4 mil 300 dólares. ¿Dónde está el resto?

Otros datos relevantes. Para dejarlo en el disco duro de las mentes ciudadanas. La riqueza de los cinco ultramillonarios chilenos, sumadas, supera los 58 mil millones de dólares. Lo que perciben entre 5 y 7 millones de chilenas y chilenos. Representantes de consorcios y empresas de esos grupos económicos y financieros (Luksic, Matte, Paulmann, Piñera, Angelini) exclaman que aumentar los ingresos de los trabajadores y empleados les afectará a sus intereses y por lo tanto despedirían gente y/o dejarían de invertir.

El sueldo mínimo actual de 182 mil pesos contrasta con los datos de que los gerentes de bancos, grandes tiendas y supermercados y de consorcios mineros, ganan arriba de 12 millones de pesos mensuales. La inmensa mayoría de esos beneficiados, recibe dinero generado por los trabajadores que están endeudados y en la pobreza.

Las grandes empresas y la banca en Chile tienen porcentajes de utilidades que van desde el 15 al 300 por ciento y lo concreto es que no tienen pérdidas ni deudas. La banca tuvo ganancias por dos mil millones de dólares y una sola trasnacional del cobre ganó cinco mil millones de dólares. Mucha de la ganancia de la banca es por los intereses que cobran a los trabajadores; y lo del cobre, pues es un producto “de todos los chilenos”. Expertos dijeron que el 90% de la evasión tributaria en Chile es del 5% más rico de la población; todo ganancia.

En Chile, el 10% más rico gana 80 veces más que el 10% más pobre. El país está entre los diez con peor redistribución del ingreso.

Las normas, convenios y tratados internacionales -la mayoría suscritos por Chile- señalan que para que en un país haya empleo decente -concepto cacareado pero no aplicado- debe estar expandida la sindicalización, la negociación colectiva, los salarios dignos, el funcionamiento eficaz del tripartismo (gobierno, trabajadores, empresarios) y la seguridad laboral.

¿Y? La sindicalización en los últimos años osciló apenas entre el 12 y el 15 por ciento de la masa laboral. Por debajo del 30% que presentan los países de la OCDE a la que pertenece Chile. Alrededor del 80% de los asalariados no tiene acceso a negociación colectiva. Los sueldos están por debajo de las necesidades de los trabajadores. Todavía no se legisla sobre seguridad laboral como se prometió después del incidente de los 33 mineros en Copiapó. Y las negociaciones y los acuerdos tripartitos brillan por su ausencia.

Hay que agregar que miles de trabajadores laboran en empleos informales y temporales, son subcontrados y/o están regidos por pago con boletas de honorarios que a esta altura se usa mucho para el abuso y la irregularidad.

Si se dijo que “el cobre es el sueldo de Chile”, también se repite que “los trabajadores son los generadores de la riqueza nacional”. Bueno, el sueldo de Chile se lo llevan en un porcentaje altísimo varias trasnacionales y los generadores de riqueza reciben pobreza.

Los naipes de las propuestas para superar todo aquello están echados sobre la mesa. Varias homologan la situación de naciones desarrolladas. Como que en Chile las trasnacionales del cobre paguen los impuestos que se pagan a escala mundial. Que se haga una reforma tributaria real y se modifique la estructura salarial. Que se den los pasos necesarios para mejorar la redistribución del ingreso. Que el Congreso apruebe las leyes necesarias para que los trabajadores puedan sindicalizarse, negociar colectivamente y realizar labores en un marco seguro.

Que ya no se finja demencia. Los trabajadores no están bien. Lo que se afirma en el Patio de Los Naranjos de La Moneda no se siente en las casas de los asalariados. Lo que se está decidiendo en las oficinas de los empresarios y millonarios y en los escritorios del Gobierno y el Parlamento, no surte efecto en que los trabajadores estén, realmente, mejor.

Por Hugo Guzmán R.

Tlachiquero

El Ciudadano Nº128, primera quincena julio 2012


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