El índice de deforestación en Brasil, país que cuenta con la mayor área amazónica del continente americano, subió 13,72% entre agosto de 2017 y julio de 2018, de acuerdo con un informe de la Organización No Gubernamental Greenpeace, y representa el tercer año con cifras por encima de los siete mil kilómetros cuadrados (km²) deforestados.
Según el estatal Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, el área total deforestada es de 7.900 km² de bosques, a pesar del aumento de la fiscalización del Ministerio de Medio Ambiente, que permitió a Brasil reducir el área desforestada en la mayor selva tropical del mundo con respecto a la destruida entre agosto de 2015 y julio de 2016, cuando ascendió a 7.989 km².
Combate a la deforestación
La cobertura vegetal de la Amazonía perdida en el último año supera ampliamente los 4.571 km² desforestados entre agosto de 2011 y julio de 2012, cuando el país alcanzó su menor nivel en varias décadas.
Brasil registró disminuciones progresivas de la deforestación entre 2004 y 2012, precisamente por medidas de control de parte del gobierno y del sector privado.
El actual ritmo de deforestación amenaza el cumplimiento de la meta que se impuso el Gobierno brasileño de reducir la deforestación de la Amazonía a un área inferior a 4.000 km² anuales partir de 2020.
La meta figura entre los compromisos que Brasil asumió en el Acuerdo de París para reducir las emisiones de gases contaminantes, ya que la tala y el incendio de bosques son los principales responsables por los gases emitidos por el país.
Efecto Bolsonaro
El coordinador de políticas públicas de Greenpeace Brasil, Marcio Astrini, declaró a AFP que la situación podría empeorar si el presidente electo, el derechista Jair Bolsonaro, concreta sus promesas de modificar algunas normativas ambientales.
Entre estos aspectos figuran fusionar el Ministerio de Medio Ambiente con el de Agricultura, privilegiando las plantaciones de alimentos en detrimento de áreas naturales. No obstante, Bolsonaro dijo después que reconsideraría ese proyecto que le valió muchas críticas.
“Tuvimos esa idea (…) pero parece que será modificada. Todo indica que serán dos ministerios diferentes”, dijo a inicios de noviembre. La sugerencia vino del sector agroindustrial.
“Los propios ruralistas (representantes del agronegocio) sugirieron que no era lo mejor, para evitar presiones internacionales, entre otras cosas, y yo dije que estoy pronto para dar marcha atrás”, agregó el mandatario electo, aunque aseguró que no cederá a presiones de las ONG.
Tras toda esta polémica, la fusión parece haber quedado descartada con la nominación de la diputada Tereza Cristina como ministra de Agricultura. Se espera que el titular de la cartera de Medio Ambiente se anuncie en los próximos días.
Además de tener una vasta área amazónica, Brasil es un importante productor mundial de alimentos. “La situación está difícil y puede empeorar, porque el próximo presidente de Brasil, Bolsonaro, lanzó una serie de amenazas a los bosques durante su campaña electoral”, agregó Astrini.
“Dijo que acabaría con las áreas protegidas, las tierras indígenas, disminuiría los poderes de fiscalización y las sanciones a los crímenes ambientales, lo que puede desatar una situación inimaginable” sentenció.
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https://www.elciudadano.cl/brasil/deforestacion-y-contaminacion-de-las-aguas-amenazan-el-amazonas-reconocen-los-brasilenos/09/05/