El presidente de Francia, Enmmanuel Macron, convocó hoy a los sindicatos, patrones y presidentes de las dos cámaras del parlamento, para discutir un acuerdo que termine con la violencia y el caos que se registra en ese país, antes de las fiestas de navidad.
El mandatario galo, quien no realiza declaraciones públicas desde hace casi dos semanas, convocó la reunión en el Elíseo para solicitar a los líderes de los convocados, su apoyo ante las medidas de apoyo que va a anunciar para palear la emergencia nacional a la que se enfrenta la nación europea, liderada por las protestas de los chalecos amarillos.
Al menos seis ciudades francesas han sufrido los estragos de las movilizaciones que se han realizado en los últimos días y en particular, el sábado pasado, que ocasionaron solamente pérdidas materiales de consideración algunos heridos, aunque no con la violencia que se esperaba.
El fin de semana la anarquía creció, según reporta el diario Le Figaro, ya que en estas y otras ciudades hubo saqueos, destrucción, quema de vehículos y vandalismo generalizado.
Las detenciones masivas que realizó la policía evitó que los daños fueran mayores, ya que más de 2 mil personas fueron arrestadas y registradas en las comisarías.
Para el ministro de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, la situación de su país es preocupante al considerar de irresponsable a algunos líderes políticos que llaman de manera directa o indirecta a la insurrección. Así como Le Drian, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, admitió que la situación de su país es catastrófica.
El ex primer ministro conservador y alcalde de Burdeos, una de las ciudades más azotadas por la ola de violencia y saqueos, solicitó al presidente francés celeridad y fuerza, en las medidas que serán anunciadas.
Según los analistas franceses y europeos, Macron no puede demorar mucho las medidas para contrarrestar las violentas protestas que han ocasionado víctimas fatales y pérdidas millonarias.
Sin embargo le recomiendan hacerlo con mucha precaución, ya que su figura es vista como arrogante por los chalecos amarillos, quienes también lo tildan de monárquico. Tampoco lo puede hacer de una manera tecnocrática, pero debe hacerlo lo más pronto posible para evitar que se genere más violencia.
Los comerciantes son los que están más preocupados. Muchos temen por posibles pérdidas debido a los saqueos, otros también se preocupan por las pérdidas que pudiese ocasionar los disturbios a medida que se acercan las fiestas navideñas.
Los analistas se aventuran a pronosticar que Macron pudiese anunciar la supresión de los impuestos a las viviendas, aumentar el salario mínimo y la creación de un bono salarial. Sin embargo aseguran que las medidas no son fáciles debido a que todas las anteriores o cualquiera que sea anunciada, tendrán efectos colaterales.
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