Theresa May ha sobrevivido a la moción de confianza activada por el ala dura de su propio partido, por un margen de 83 votos (200 frente a 117), en uno de los días más frenéticos y caóticos que se recuerdan en el parlamento inglés.
La Premier ha tenido que pagar un alto precio para seguir temporalmente en el cargo y se ha comprometido a «no liderar el partido» en las próximas elecciones en 2022.
Tras superar la prueba de fuego, May se garantiza la permanencia como líder del Partido Conservador (Torie), al menos durante un año. Aunque la moción de confianza la ha dejado en una posición de debilidad ante la oposición laborista, que podría plantear también en las próximas semanas una moción de censura.
May queda también en una situación especialmente delicada ante Bruselas, donde tiene previsto asistir el jueves y viernes a la cumbre de la Unión Europea (UE) y con la intención de arrancar a los 27 miembros una declaración lateral o un compromiso vinculante sobre la controvertida «salvaguarda» irlandesa en la negociación del Brexit.
A los pocos minutos de ganar la moción de confianza, May aseguró sentirse con una triple «misión renovada»: entregar el Brexit «por el que votó la gente», volver a unir a los británicos y construir «un país que funcione para todos».
La Premier reconoció que «un número significativo» de diputados de su propio partido votaron contra ella y prometió «escucharlos», pero sin comprometer sus objetivos.
El proceso
Todas la miradas estuvieron concentradas este miércoles en la reunión a puerta cerrada del Comité parlamentario 1922, que convocó a los 315 diputados «tories» para la votación secreta, similar a la que allanó el terreno a la dimisión de Margaret Thatcher, hace 28 años.
May prometió «luchar con todo lo que tiene», pero tuvo que hacer de antemano una clara concesión para lograr el respaldo de al menos 158 diputados en la crucial votación.
Además, se comprometió a culminar el Brexit (incluido el proceso de transición) y manifestó su «intención» de ceder el testigo a un nuevo líder a tiempo para los comicios previstos en 2022.
Los protagonistas
«Fue un momento muy emotivo y algunos de nosotros nos quedamos con lágrimas en los ojos», declaró la diputada «tory» y alta funcionaria del Ministerio de Interior Victoria Atkins.
«Dio a entender que le gustaría seguir, pero dijo que entendía al partido, y que su principal cometido será lograr el mejor acuerdo para el país, de modo que podamos salir de la UE de una manera positiva«.
Jacob Rees-Mogg, «cabecilla» del ala dura de los «tories» y principal impulsor de la moción de confianza, expresó, sin embargo, sus dudas a la hora de interpretar las palabras de la Premier: «Ella dijo que no era su ‘intención’ luchar en las próximas elecciones. Pero esa palabra, ‘intención’, es un clásico entre los políticos. A la pregunta sobre si lucharía si hubiera elecciones anticipadas el año que viene, se quedó dudando».
De antemano, y sabiendas de la «misión imposible» que iba a ser a final de cuentas la moción de confianza, Rees-Mogg consideró como «un éxito» cualquier resultado por encima de los 80 diputados votando en contra de May y advirtió de las futuras batallas parlamentarias, empezando por la aplazada votación del acuerdo del Brexit, prevista ahora para antes del 21 de enero.
«Una victoria es una victoria, aunque sea por un solo voto», llegó a decir el secretario de Salud, Matt Hancock, uno de los defensores más entusiastas de la Premier, al igual que el titular de Defensa, Gavin Williamson, el último en emitir su voto y en expresar su «incondicional apoyo» a May.
El ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, llegó a predecir también una «victoria holgada» de May y se desmarcó claramente del extitular de Exteriores Boris Johnson, que cerró filas por los partidarios del Brexit «duro».
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, aseguró que el resultado cosechado por May «apenas supone una victoria pírrica para la primera ministra, que ahora ha admitido que su tiempo en el cargo es limitado».
Además, añadió que «May no puede, y no debe, usar este resultado para defender su argumento de que la elección ahora es entre su mal acuerdo del Brexit y un no acuerdo».
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, se pronunció en Twitter tras conocer los resultados: «El voto de esta noche no cambia nada. Su gobierno es un caos y ella no tiene la capacidad de ofrecer un acuerdo del ‘Brexit’ que funcione para el país».
Promesas
Theresa May también remarcó su intención de mejorar el acuerdo del Brexit pactado con Bruselas, con el fin de conciliar el descontento que existe entre la ciudadanía y sus propios parlamentarios.
«Ahora tenemos que centrarnos en el trabajo de sacar adelante el Brexit para los británicos», afirmó May
«Este ha sido un día largo y desafiante. Pero, al final, me complace haber recibido el respaldo de mis colegas en la votación de esta noche. Si bien estoy agradecida por ese apoyo, un número significativo de colegas votaron contra mí», explicó Theresa May.
Futuro incierto
A partir de ahora se abre un nuevo horizonte en el Gobierno británico, con el 29 de marzo como fecha de ejecución del Brexit y posible final de la primera ministra.
No obstante, algunos analistas británicos señalan el alto porcentaje de votos contrarios que pueden romper la autoridad de May como cabeza del Partido Conservador.
«Aceptó el resultado del voto de confianza, peroaún debería reunirse con la reina y renunciar», aseguró el conservador Jacob Rees-Mogg, del ala euroescéptica del partido.
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