El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, señaló que prevé cambiar las políticas ambientales emitidas por el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), por considerar que estás son muy «estrictas» y no permiten actividades de deforestación y otras prácticas de tala en las reservas indígenas.
«La licencia ambiental obstaculiza a los alcaldes, gobernadores y al presidente. Si quieres rasgar una carretera, no puedes. Esto sucede mucho en la región amazónica. Vamos a poner fin a la manera en que la política del medio ambiente no sea un obstáculo», dijo Bolsonaro a través de un vídeo publicado en su cuenta Twitter.
Además, reducirá la cantidad de reservas indígenas protegidas del Roraima, al tiempo que ratificó la suspensión de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático y su retiró del pacto, que a su juicio exigen muchas leyes ambientales que «restringen» la explotación de los recursos naturales.
«Por qué permanecer en un acuerdo posiblemente dañino.(…) entre las exigencias, exige que Brasil haga una reforestación enorme (…) No tenemos cómo cumplir esa exigencia», indicó el mandatario de extrema derecha.
«En el subsuelo de Roraima existe una tabla periódica. Níquel, uranio, oro, niobio. Tiene que poderse trabajar su tierra (…) Caben algunas hidroeléctricas en el Valle del Río Poti», agregó.
Asimismo, advirtió que las modificaciones se extenderán a las leyes migratorias, las que catalogó como excesivamente flexibles al permitir fácilmente el ingreso de extranjeros a Brasil.
Con respeto al tema, Bolsonaro propuso cambiar el sistema brasileño, copiando los estándares de migración de Europa (Alemania, Francia y otros) en aras de controlar el flujo migratorio.
«Ya somos una nación, no podemos admitir a gente de determinadas culturas. No queremos gente que no respete nuestra religión», puntualizó.
Finalmente señaló que este anuncio es parte de una serie de cambios que pretende realizar en país, los cuales hará periódicamente (una vez a la semana) vía Twitter.
Proyectos extractivos
La centena de hidroeléctricas en la cuenca del Juruena, así como otras proyectadas en la región amazónica, podrían verse beneficiadas por el futuro gobierno. Las intenciones del residente electo Jair Bolsonaro de flexibilizar la legislación para favorecer la explotación de recursos naturales se suma al nombramiento de la futura ministra de Agricultura, Tereza Cristina da Costa Dias, hasta entonces representante de los intereses del sector del agronegocio, así como del ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araújo, quien defiende que el concepto de cambio climático es un “complot marxista”.
No obstante, los planes de intervención en la Amazonia, así como la amenaza de los derechos de los pueblos tradicionales que la habitan, todavía están siendo protegidos por la Justicia brasileña, tal y como lo demuestra la reciente anulación de licencia para construir la primera de estas hidroeléctricas.
Bildaje constitucional
La diputada, electa, Joenia Wapichana confía en que las herramientas que bloquean capítulos claves de la Constitución de 1988 obstruirán el ímpetu de Bolsonaro. La Carta Magna “cuenta con una protección muy grande en relación a los recursos naturales de las tierras indígenas”, recordó la parlamentaria.
“Existe el deber federal de proteger y de demarcar, y eliminarlo no es tan fácil como el presidente imagina. No se modifica la Constitución solo porque a Bolsonaro le dé la gana”, sentenció.
El plan de trabajo de Joênia Wapichana y sus objetivos para la legislatura están relacionados con las comunidades indígenas: proyectos de sostenibilidad, derechos colectivos, educación y regularización de tierras.
https://www.elciudadano.cl/brasil/amazonia-en-peligro-indicativos-de-la-politica-medioambiental-de-bolsonaro-auguran-una-catastrofe/11/01/
https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/una-centena-de-hidroelectricas-amenaza-los-pueblos-de-la-selva-amazonica/11/20/