Cantidad histórica en número de muertos por armas de fuego en los EE. UU. llegó a su máximo en 2017

Casi 40.000 personas fallecieron de armas de fuego en EE. UU. en comparación con 29.000 en 1999

Pedro Guzmán

17/12/2018 1:09pm

Las personas tienden a normalizar lo que pasa cotidianamente, pero, ¿es habitual la muerte continua de personas por arma de fuego? En EE. UU., país donde es muy fácil adquirirlas, es casi cotidiano este hecho. Pero si hablamos de casos policiales no es de extrañar que estos casos sucedan, sin embargo, en este país,- el cual se jacta de ser una nación “desarrollada”-, los tiroteos en su mayoría son por hechos no relacionados con la delincuencia

El número de muertos por armas de fuego en EE. UU. alcanzó el año pasado el máximo nivel de los últimos 40 años, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), citados por el canal Fox News.

Según sus datos, en 2017, casi 40.000 personas fallecieron de armas de fuego en EE. UU. en comparación con 29.000 en 1999. Cifra claramente en aumento, que en muchos casos, es relacionada con las políticas de protección al uso de armas, patrocinadas por el presidente de turno Donald Trump.

Se precisa que de las 40.000 muertes en el año pasado, más de un tercio fueron homicidios y más del 50 por ciento suicidios.

La Asociación Nacional del Rifle (NRA) de EE. UU. (ente que obtiene beneficios sustanciales de la venta de armas), respondió a estos datos en su cuenta de Twitter al destacar que «las leyes de control de armas no son una solución». Con lo que deja abierta la interrogante, ¿cuál es la solución?

Esta agrupación llamó a las autoridades a «dejar de demonizar a los hombres y las mujeres de la NRA y encontrar soluciones que salven vidas», intentando realzar y sustentar, la ya poco popular frase “las armas no matan, son las personas”.

La otrora secretaria de Estado Hillary Clinton también citó los resultados publicados en la misma red social. Además escribió al respecto: «¿Qué ocurre con nosotros? Este no es un problema que debiéramos tener, y muchos menos que esté yendo a peor».

El 1 de octubre de 2017 se produjo uno de los tiroteos más mortíferos en la historia estadounidense. Este sucedió durante un festival de música country, en el que un habitante de Las Vegas, llamado Stephen Paddock, disparó contra la multitud desde su habitación en el piso 32º del hotel Mandalay Bay y luego se suicidó. Este hecho dejó 59 muertos y más de 500 heridos.

La violencia del tiroteo como cotidianidad

La violencia en la que es protagonista un arma de fuego es recurrente en los EE. UU. Esto es tan cierto, que en Nueva York, se tomó como algo inédito cuando se registró el primer fin de semana sin tiroteos en 25 años, esto según los datos de la policía .

El jefe de detectives Terence Monahan dijo al respecto «No puedo recordar la última vez que tuvimos un fin de semana donde no tuviéramos al menos un tiroteo en la ciudad». Por extraño que parezca, un hecho de este calibre no pasaba desde el año 1993.

Monahan resaltó también que, aunque los motivos para un tiroteo son variados, la violencia de las pandillas trae usualmente con ella una respuesta violenta, lo que están tratando de impedir. Pero, podemos apreciar que el arma de fuego sigue jugando un papel preponderante en los casos suscitados.

Aca dejamos para su análisis una cronología de los tiroteos no relacionados con la delincuencia, calificados como más graves ocurridos en los últimos diez años:

16 de abril de 2007: Seung-Hui Cho, de 23 años, mata a 32 personas y se suicida en el campus universitario en Blacksburg, Virginia.
5 de noviembre de 2009: El psiquiatra militar Nidal Hasan, mata a tiros a 13 personas en el Centro de Procesamiento de Preparación de Soldados en Fort Hood, Texas.
14 de diciembre de 2012: Adam Lamza, mata a 26 personas, entre ellas 20 niños, en una escuela primaria de Newtown en Connecticut antes de suicidarse. El día anterior había matado a su madre en su casa.
16 de septiembre de 2013: Aaron Alexis mata a 13 personas antes de acabar con su vida en el Mando de Operaciones de la Armada en Washington DC.
2 diciembre 2015: 14 personas mueren en un tiroteo registrado en un centro de ayuda para discapacitados en San Bernardino (California), protagonizado por el matrimonio formado por Syed Farook y Tashfeen Malik.
12 junio 2016: Un hombre simpatizante con las ideas yihadistas mata a 49 personas en un club gay de Orlando (Florida). La policía abatió al autor de la matanza.
1 octubre 2017: Un hombre dispara desde la habitación del hotel en el que se alojaba contra la multitud que asistía a un concierto de música country en Las Vegas y mata a 58 personas antes de acabar con su vida. Ha sido el mayor tiroteo múltiple en la historia de Estados Unidos.
5 noviembre 2017: Devin Kelley abre fuego durante un oficio religioso en una iglesia de Sutherland Springs (Texas) y mata a 26 personas.
14 febrero 2018: Un exalumno expulsado por indisciplina lanza varias bombas de humo antes de disparar con un fusil de asalto y matar a 17 personas en una escuela secundaria Stoneman Douglas en Parkland (Florida).