Uno de los principales objetivos que se plantea la Psicología Comunitaria tiene que ver con el avance en la conciencia de la comunidad en relación a sus propios problemas/desafíos y a la capacidad que se tiene para enfrentarles y salir fortalecidos de ellos. Multiplicar la locura, parafraseando la imagen que acompaña el texto.
La responsabilidad de los profesionales en las transformaciones sociales que se sustenten en el tiempo, tiene también particulares desafíos que debieran considerarse en cada uno de los procesos de formación de nuevas generaciones que se sumen a trabajar desde lo público para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población.
1.- Organizarse como trabajadores del área social para fortalecer la lucha por mejorar las condiciones laborales precarias en las que actualmente muchos y muchas desempeñan sus actividades laborales. Ausencia de vacaciones, inexistencia de seguridad social, inseguridad laboral sobre la base de contratos a honorarios, son algunos de los muchos conflictos que se tienen.
2.- Si trabajamos en el área de la Salud Mental de la población y abordamos los factos psicosociales que influyen en una mejor o peor calidad de vida, quienes desarrollamos esa labor en condiciones precarias de trabajo, a la vez que trabajamos con la población más vulnerada social y económicamente, debemos tener espacios de autocuidado y condiciones especiales para desarrollar nuestra labor. Contención, instancias de relajo, separar los tiempos de trabajo y ocio, compartir interdisciplinariamente, son algunas de las estrategias que debieran tomarse en cuenta.
3.- Consolidarse como un facilitador del desarrollo de un mayor bienestar de la persona, familia o comunidad. Es decir, relevar/entregar las herramientas necesarias para que quien trabaja con nosotros, sean actores fundamentales de su desarrollo, sean los indispensables, solo así se puede apostar a la sostenibilidad de las transformaciones a las que se apunta con el trabajo.
4.- Utilizar los conocimientos que nos fueron entregados y mostrados en nuestro proceso de formación no únicamente para el bienestar personal generando dinero con la labor profesional que desarrollamos, sino que también colocarlos a disposición del desarrollo de la sociedad participando de instancias sociales que posibiliten una transformación social que equilibre los poderes que interactúan en toda sociedad. El Capitalismo nos quiere individuales y competitivos, en nuestras acciones está el ser comunitarios y solidarios para motivar relaciones de justicia e integralidad.
5.- Organizados como trabajadores del área social y resguardando nuestra propia salud mental, asegurando un trabajo transformador desde la propia comunidad y siendo solidarios con nuestros conocimientos y experticias con el movimiento social, debíeramos también apuntar a incidir efectivamente en la política pública que se desarrolla en los territorios. Somos quienes ejecutamos los planes sociales y por ello tenemos reflexiones respecto a como se llevan a cabo las políticas gubernamentales en el área social. Queremos que nuestra labor sea efectiva y aporte al bienestar de la sociedad, a su propia liberación. Hoy los trabajos buscan adaptar a las personas, familias y comunidades a un sistema que más que ciudadanos ve consumidores, por sobre personas ve clientes. Entendemos que para mejorar la calidad de vida de la población, las políticas públicas deben tener otro enfoque y hacia esas lecturas queremos aportar como trabajadores que se desempeñan en el área.
Como verán, no son pocos y fáciles los desafíos que se tienen desde quienes laburan en el área social. Como diría el célebre escritor Víctor Hugo, «el futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad». Vamos por la valentía.
Por René Squella Soto
Psicólogo Comunitario