Venezuela exige a EE. UU. mantenerse al margen de sus relaciones con Guyana

Autoridades venezolanas consideran que el Gobierno de EE. UU. interfiere a conveniencia en un asunto que en absoluto es de su incumbencia

Egleiny Santaella

25/12/2018 5:27pm

El pasado 22 de diciembre, la Fuerza Armada venezolana interceptó embarcaciones de la petrolera estadounidense ExxonMobil, contratadas por el Gobierno de Guyana, por violar la soberanía marítima de su país.

Ante esta acción, el Departamento de Estado, por medio de su portavoz adjunto, Roberto Palladino, dijo que “la Armada venezolana paró de forma agresiva embarcaciones contratadas de ExxonMobil, que operaban bajo un acuerdo de exploración petrolera con la República Cooperativa de Guyana, en su zona económica exclusiva”.

“Guyana tiene el derecho soberano de explorar y explotar recursos en su zona económica exclusiva e instamos a Venezuela a respetar la ley internacional y los derechos de sus vecinos”, subrayó el diplomático estadounidense.

Venezuela tiene derecho a defender su soberanía

Reacciones encontradas

En respuesta a la actitud de Estados Unidos, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, manifestó que “el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza categóricamente el comunicado injerencista e impertinente del Departamento de Estado (…) sobre la acción soberanad el día 23 de diciembre por parte de la Armada Nacional Bolivariana, en estricta protección de las aguas jurisdiccionales indiscutiblemente venezolanas”.

Además, aclaró que “los buques de exploración petrolera contratados fuera del marco legal internacional por Guyana se encontraban en aguas dentro de la proyección del Delta del Orinoco de Venezuela, por lo que jamás podrían haberse localizado en una zona económica exclusiva de Guyana”

«Hacemos un firme llamado a las autoridades estadounidenses a mantenerse al margen de las relaciones entre Estados soberanos y a ocuparse de sus asuntos y problemas internos», enfatizó en un comunicado Arreaza..

Para las autoridades venezolanas, Washington interfiere a conveniencia en un asunto que en absoluto es de su incumbencia, con el fin de promover intereses corporativos vinculados carnalmente con la élite gobernante en la Casa Blanca, sin reparar en las más elementales normas del derecho internacional público.