AMLO no estará presente en la investidura de Jair Bolsonaro

El mandatario azteca designó al Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos

Charilin Romero

30/12/2018 6:29pm

El nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no asistirá a la toma de posesión de Jair Bolsonaro como presidente de Brasil, que se desarrollará el 1 enero de 2019.

Para la investidura del político brasilero, el mandatario azteca designó al Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, como representante de su Gobierno, señaló el comunicado emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

En el texto publicado en el portal web de la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicano, el gobierno de Manuel López Obrador, expresó sus mayores deseos de éxito al presidente electo, Bolsonaro en su mandato. Además aseguró que cuenta con la «disposición, voluntad y compromiso de trabajar en conjunto para fortalecer la relación y cooperación de ambos países para su desarrollo, bienestar y el de la región».

Al parecer tienen muchas diferencias en sus planes de Gobierno

Similitudes entre AMLO y Bolsonaro

La BBC Mundo publicó un artículo en el que refleja cuáles podrían ser las diferencias o similitudes entre Andrés Manuel López Obrador y JairBolsonaro, ambos nuevos mandatarios de México y Brasil, respectivamente.

Estos países latinoamericanos representan la mitad de la economía y la población de la región. Lo que pase en cualquiera de ellos determina el estado de ánimo del resto, refiere el texto del portal web.

En diciembre de 1994, los dos países coincidieron en una transición de poder como ahora. Por supuesto, que los procesos sociales, políticos y económicos han cambiado en cada uno de esas naciones y se vislumbra porque los dos partidos que llegaban al poder en ese momento, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Social Democracia Brasileña, están en una profunda crisis.

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AMLO como Bolsonaro se han beneficiado de la crisis general de los partidos tradicionales y en eso también se parecen. Asimismo, hay que recordar que AMLO y Bolsonaro son viejos políticos, pero se ven como «outsiders» y emergen en una crisis de la élite política.

«Hay un elemento mesiánico en los dos«, dijo a la BBC Mundo Gregory Weeks, especialista en estudios latinoamericanos de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos.

«Sienten que se les debe una oportunidad de estar en el poder. Ambos tienen egos enormes y ambos creen que pueden cambiar de raíz al país. Su rechazo de las instituciones tiene que ver con una idea de que ellos como figuras pueden hacerlo mejor que las instituciones», acotó el analista.

El internacionalista Juan Tokatlián, de la Universidad Torcuato di Tella en Buenos Aires, aseguró al mismo portal, que «puede haber en los electores de ambos países un sentimiento anti-élite«, más allá del hecho de que, sobre todo Bolsonaro, fue apoyado por una parte importante de los poderosos: los agronegocios y los militares.

Otro punto a considerar y no menos importantes, es quiénes apoyaron para que llegarán estos mandatarios al poder. A Bolsonaro le fue mejor en los estratos altos que en los bajos, pero en general fue apoyado por un electorado heterogéneo. En cambio México pasó igual, aunque AMLO fue electo por la mayoría de los pobres.

Ayuda económica en Brasil y México

A los 20 días de estar en el poder, AMLO anunció un aumento histórico del salario mínimo y cumplió con la promesa de campaña de aumentos de pensiones. Ha reiterado su intención de trabajar de la mano del sector privado, aunque su ideología de izquierda lo pone en desventaja frente a la élite económica.

Mientras que Bolsonaro prometió bajar impuestos y pensiones, flexibilizar leyes laborales y gobernar bajo los parámetros que esperan las empresas y los mercados financieros.

En lo social, AMLO se comprometió con la reivindicación de los derechos de las mujeres, indígenas, campesinos, estudiantes y otros sectores históricamente discriminados. A diferencia del brasilero, que sostienen un discurso xenófobo, racista, clasista y machista.

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Seguridad en suelos azteca y de la samba

Brasil y México están muy afectados por la violencia y el narcotráfico; con cifras de homicidios y delincuencia elevadas y que va en alza.

Para esos problemas, AMLO dijo que implementará una aproximación garantista, que respete los derechos humanos y ataque el problema con recetas inusuales, como amnistías o legalización de la marihuana. Además, creó la policía militar para atacar la delincuencia, pese a que fue duramente criticado.

Bolsonaro entre otras cosas de poner las manos en forma de llevar un arma, aseguró que pondrá mano dura a las fuerzas de seguridad y habrá una relajación de leyes de porte de armas y que militares asumirán cargos en su gobierno.

Y Estados Unidos

La política exterior de los nuevos mandatarios de México y Brasil, también se diferencia en especial su relación con los Estados Unidos.

AMLO, por un lado, se enfrenta a Donald Trump y responde a sus ataques con un discurso nacionalista; en otras ocasiones acude al pragmatismo y la diplomacia y se muestra como defensor de los mexicanos.

Sin embargo, Bolsonaro es conocido como el «Trump tropical», no solo por sus posturas radicales, sino porque no esconde su admiración por el multimillonario neoyorquino.