En el Instituto Penitenciario y Carcelario (INPEC) ocurrieron varios crímenes donde se encuentran involucrados, esto según investigaciones previas realizadas por la Fiscalía de Bogotá, en las que arrojaron como principales sospechosos a varios funcionarios de esta entidad.
De estos, son dos los funcionarios a los que se les acusan de homicidio y tortura cometidos dentro de la cárcel, bajo la complicidad de unos reclusos.
Los guardias fueron identificados como Juan Pablo Barrios Ramírez y Elkin Baldovino Beltrán, quienes serían parte de una organización que al parecer busca hacerse al control del patio cuatro del centro penitenciario a través de “vacunas”, en alianza con un grupo de internos, así lo dio a conocer voceros de la Fiscalía.
Parte de los hechos
Bajo las investigaciones adelantadas que lleva la Fiscalía, se presume que todo comenzó el 29 de diciembre de 2017, cuando los reclusos identificados como Carlos Humberto Nieto Chapetón y John Jairo Niviayo Rodríguez, quienes portaban armas blancas creadas en el penal, quisieron escapar del patio cuatro de la cárcel Modelo de Bogotá y llegar a la guardia central para denunciar que desde hacía algún tiempo eran extorsionados y “les daban muy mala vida”.
Las averiguaciones indicaron que los internos no pudieron cumplir con su objetivo, porque fueron interceptados por los guardias Barrios y Baldovino, así como por un grupo de internos denominado “Paz y Convivencia”, el mismo que, presuntamente, intimidaban a los demás para exigir cobros ilegales.
Por lo que, se pudo determinar que los reclusos al no pagar las “vacunas”, se abre una cartera morosa que justificaría las agresiones físicas.
Al quedar en descubierto las intenciones de Nieto Chapetón y Niviayo Rodríguez, las investigaciones de la Fiscalía aseguran que a estos sujetos los condujeron hasta el cuarto piso del mismo patio para castigarlos por querer evadir esta “ley”. Allí les quitaron la ropa y los golpearon con armas rústicas, como cuchillos artesanales, palos y machetes y perdieron el conocimiento en reiteradas oportunidades. Cada vez que eso ocurría, vertían agua sobre ellos para despertarlos.
En este último punto, las averiguaciones indican que es aquí donde entra la participación de los guardias Barrios y Baldovino, quienes conocían de este caso no solo porque los hechos habrían ocurrido cuando trabajaban como guardias en la Modelo, “sino porque los dos también habrían participado de la paliza”, aseguran voceros de la entidad que llevan el caso.
Continuando con investigaciones del caso la Fiscalía determinó “que a los dos hombres los movieron alzados, pues no se podían mantener de pie y, luego de la contada, los regresaron al patio para continuar con las agresiones” (…) “Donde tiempo después Nieto Chapetón fue conducido a un baño del mismo patio y a Niviayo Rodríguez lo dejaron en el mismo punto a donde fueron llevados inicialmente hasta las 9 de la noche de ese día 29 de diciembre, donde llegó otro recluso de Paz y Convivencia para continuar con la embestida ”.
La entidad encargada de las averiguaciones del casó aseguró que “que el victimario le echaba café a la víctima para que no sangrara y le dijo que se tomara una pastilla de color amarillo que es reconocida por los presos para que las personas con enfermedades mentales logren dormir”. Ante la negativa de Niviayo Rodríguez, al considerar que “lo querían envenenar, los presos habrían llamado a Baldovino Beltrán, este llegó preguntando “Cómo está”, le preguntó el guardia al detenido, según el recuento del organismo investigativo. “¿Cómo cree?”, le respondió el recluso. “Por lo menos no está muerto”, replicó el guardia.
Luego a primeras horas del día 30 de diciembre, uno de los internos del grupo Paz y Convivencia presuntamente dijo: “Bañen a ese hijueputa y pónganle ropa limpia”, seguido de otra frase que ratificaría lo que el guardia Baldovino le dijo al recluso Niviayo Rodríguez: “Su socio no aguantó el voltaje. A ese ya lo sacamos muerto, ahora le toca a usted que pruebe finura”.
Este diálogo fue prueba contundente para órgano investigador y poder ventilar ante la audiencia de imputación de cargos que “el guardia del Inpec Baldovino le estaba afirmando al recluso Niviayo Rodríguez que su compañero había muerto”.
Día del juicio
Todas estas averiguaciones realizadas por la Fiscalía de Bogotá fueron interpeladas ante el juez 52 de garantías de la capital colombiana.
El pasado 16 de noviembre se celebró la audiencia de imputación de cargos, donde los guardias del INPEC, quienes son considerados los principales sospechosos por los delitos de homicidio y tortura hacia la persona. Estos se declararon inocentes, pero fueron enviados a la cárcel mientras el proceso penal avanza.
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