La sonda Chang’e-4, de la Administración Nacional del Espacio de China, envió a tierra las primeras imágenes de la «cara oculta» de la Luna, un sitio inexplorado hasta la fecha por el hombre.
Las fotografías fueron tomadas por la sonda después del alunizaje y a través del Centro de Ingeniería Espacial y Exploración Lunar dieron prueba de que China ha logrado, por primera vez en la historia, alunizar una nave en la cara oculta de la Luna.
Según informó China, la nave no tripulada ya había entrado en órbita lunar elíptica el pasado domingo, pero se debió esperar el momento adecuado para captar las primeras imágenes.
“La parte no visible del astro tiene períodos de día y noche que duran unos 14 días terrestres y se necesitaba la luz solar para que tanto el módulo de alunizaje como el vehículo móvil de exploración funcionaran tal como estaba previsto”, explicaron.
Éste es un nuevo hito de la exploración espacial y la prensa china destaca que la misión es un «paso histórico» que permitirá a los científicos explorar el lado menos conocido de nuestro satélite natural.
Además, se podrá experimentar con organismos vivos como semillas de patata y capullos de gusanos de seda, con los que buscarán formar una mini biosfera lunar, un experimento que fue diseñado en colaboración con 28 universidades chinas.
Programas espaciales, como el soviético o el estadounidense, ya lograron hace más de medio siglo fotografiar la cara oculta de la Luna, pero nunca alunizaron allí, pese a que en 1962 una misión no tripulada estadounidense lo intentó sin éxito.
La misión espacial también cuenta con un espectrómetro que permitirá estudiar la radiación solar y que, junto a un instrumento a bordo del satélite Quequiao, puede funcionar como un radiotelescopio.
El lado oculto de la Luna es ideal para exploraciones de radioastronomía, porque el cuerpo de la Luna bloquea el ruido de la ionosfera terrestre y las transmisiones de radio humanas, explica un trabajo especial de la BBC.
Territorio explorado
El nombre de «cara oculta» de la Luna se debe a que esta es en gran medida desconocido. De hecho, jamás se podrá ver desde la Tierra. Sin embargo, se sabe que es radicalmente diferente de la cara visible y está cubierto de cráteres.
La «cara oculta» no puede verse nunca desde la Tierra debido a un fenómeno conocido como «rotación sincrónica», ya que nuestro satélite tarda tanto en girar sobre su propio eje como en completar una órbita de la Tierra.
Chang’e 4 aterrizó en la superficie plana de unos 200 kilómetros (km) de un cráter llamado Von Kárman, que se encuentra a su vez en una gran cuenca, la depresión de Aitken.
«Esta depresión gigantesca tiene unos 2.500 km de diámetro y 13 km de profundidad. Es producto de uno de los impactos más grandes en el Sistema Solar. Se cree que el choque que creó esa gran depresión fue tan potente que perforó la corteza de la Luna hasta el manto», explicó a la BBC Andrew Coates, profesor de Física de la University College London.
Misión tripulada
El programa Chang’e-4, nombrado así en honor a una diosa que, según leyendas chinas, vive en la Luna, comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007, y desde entonces se han lanzado al satélite de la Tierra cuatro aparatos más.
El objetivo a largo plazo del programa es una misión tripulada a la Luna, aunque no se ha fijado fecha para ello y algunos expertos no consideran que sea posible antes del año 2036.
https://www.elciudadano.cl/china/china-tendra-su-propia-luna-artificial/10/19/
https://www.elciudadano.cl/ciencia-tecnologia/israel-buscara-llegar-a-la-luna-en-2019/07/16/