Narcos ejecutan a general en Cancún

El general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, preparaba un plan contra los carteles de drogas mexicanos


Autor: Sebastian Saá

El general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, preparaba un plan
contra los carteles de drogas mexicanos. También fue ejecutado un
teniente y un civil.

El general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, quien asumiría el
cargo de secretario de Seguridad Pública del municipio Benito Juárez
(Cancún), Quintana Roo, fue torturado y luego ejecutado en esa
entidad. El hecho constituye el primer caso en que un militar de ese
rango –sólo está por debajo de los generales de división– es asesinado
por miembros del crimen organizado.

Junto con el general también fueron torturados y asesinados el
teniente de infantería Gertulio César Román Zúñiga, escolta del
alcalde perredista Gregorio Sánchez Martínez, y el sobrino del edil,
Juan Ramírez Sánchez.

Fuentes gubernamentales revelaron que Tello Quiñones trabajaba desde
el inicio de este año como asesor en materia de seguridad pública para
el ayuntamiento Benito Juárez, y preparaba dos grupos, uno de
inteligencia y otro de policías, para enfrentar frontalmente a los
cárteles de la droga que operan en ese destino turístico y uno de los
principales puertos de entrada a cargamentos de cocaína colombiana y
precursores químicos procedentes de Asia y Europa.

Tello Quiñones tenía apenas un mes en retiro de las fuerzas armadas,
donde dirigió grupos de inteligencia castrense en contra del crimen y
la delincuencia. También participó en tareas de seguridad pública en
el Distrito Federal.

De acuerdo con fuentes gubernamentales y militares, al filo de las 22
horas del pasado lunes, Tello y sus acompañantes fueron interceptados
en la zona céntrica de Cancún por dos grupos de hombres armados que
viajaban a bordo de varios vehículos.

Poco antes de esa hora, el militar tuvo contacto con algunos de sus
colaboradores, incluidos quienes participarían con él en tareas de
seguridad, pero que actualmente trabajan en la ciudad de México.

Durante al menos cinco horas, el general, el teniente de infantería y
el civil fueron torturados; sus cuerpos fueron encontrados la mañana
de este martes esposados, semidesnudos y ejecutados a tiros junto a
una camioneta abandonada en el kilómetro 257 de la carretera libre
Cancún-Mérida, entre los poblados Cristóbal Colón y Santo Domingo, del
municipio de Lázaro Cárdenas.

Según los reportes del Servicio Médico Forense el homicidio de las
tres personas ocurrió al filo de las tres de la mañana del martes. En
el lugar donde se encontraron los cadáveres también se localizaron
cinco casquillos.

Después del hallazgo, cientos de efectivos castrenses de la 32 Zona
Militar, con sede en la ciudad de Valladolid, Yucatán, instalaron
retenes en la zona fronteriza de esa entidad y Quintana Roo, y
sobrevolaron la región.

El subprocurador de justicia en la zona norte del estado, Raymundo
Canché Aquino, informó que la procuraduría quintanarroense trabaja en
coordinación con el Ejército Mexicano y la Procuraduría General de la
República para recabar toda la información relacionada con el suceso

El homicidio del general Tello Quiñones provocó alerta entre altos
mandos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y en círculos
de organismos de inteligencia civil, pues el trabajo que realizaría el
militar en el municipio Benito Juárez era del conocimiento del
gobierno federal, ya que sus acciones servirían para apoyar las tareas
de vigilancia y detección de indocumentados, drogas y armas de Centro
y Sudamérica, por vía terrestre, mientras la Sedena y la Secretaría de
Marina fortalecían sus tareas en el ámbito marítimo.

En ese contexto, fuentes federales indicaron que el asesinato del
general Tello no es un hecho aislado, ya que en el último mes han sido
blancos de atentados varios mandos castrenses dedicados a actividades
de inteligencia contra el crimen organizado, igual que el general
asesinado en Quintana Roo. Estas versiones trataron de ser confirmadas
en la Sedena, pero hubo hermetismo absoluto.

En el transcurso del día, el alcalde de Benito Juárez confirmó en
conferencia de prensa que el general de brigada era su asesor en
materia de seguridad pública, y afirmó que mantendrá el combate a la
delincuencia y que no bajará la guardia. «Seguiremos con la mano
firme. No nos van a amedrentar», puntualizó.

Por otra parte, es de destacar que en 1997, cuando Tello trabajaba en
la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), fue
encarcelado y estuvo preso un año acusado por el caso de seis
homicidios de jóvenes de la colonia Buenos Aires.

Hace 12 años, Tello Quiñones fungía como titular de agrupamientos de
la SSPDF, y estuvo al mando del grupo que detuvo a ocho personas y
asesinó a seis después de la detención, para posteriormente tirar los
cuerpos en unas minas de Tláhuac y en parajes del Ajusco. Fue
arrestado en ese momento y pasó un año en prisión, aunque en octubre
de 1998 fue exonerado de los cargos.

Fox lo ascendió

Reanudó su carrera militar y fue ascendido por Vicente Fox a general
de brigada; estuvo al frente de la zona militar de Michoacán en el año
2007.

Al respecto, la Sedena confirmó en un escueto comunicado la muerte del
general de brigada Tello Quiñones, y precisó que el día primero de
enero de este año había causado baja de la milicia y «se encontraba
realizando funciones de asesor» para el alcalde del municipio
quintanarroense.

La dependencia se deslindó también de la indagatoria de lo sucedido,
al señalar que «las autoridades correspondientes se encuentran
realizando las investigaciones del caso».

Cabe señalar que apenas en noviembre de 2006 Tello fue ascendido a
general de brigada y, según la normatividad castrense, al pasar a
retiro lo hace con el grado inmediato superior, es decir, con el de
general de división. Sin embargo, la Sedena se refirió al oficial como
general de brigada diplomado de Estado Mayor.

Por otra parte, el número de militares muertos se ha incrementado
sustancialmente en el gobierno de Calderón.

Según cifras oficiales, del año 2000 a diciembre de 2006, en el
gobierno de Vicente Fox, murieron 202 militares en el combate al
tráfico de drogas; en cambio, en tan sólo dos años de gobierno
calderonista las bajas castrenses reconocidas oficialmente ya suman
80.

Jesús Aranda, Gustavo Castillo y Alfredo Méndez
La Jornada


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