Miles de campesinos y estudiantes de diversas organizaciones sociales marcharon este domingo con los ataúdes de los dos líderes desaparecidos, cuyos cuerpos luego se hallaron ejecutados con signos de tortura en el municipio Amatán, estado de Chiapas, en México.
El secuestro de los dos dirigentes sociales lo perpetró un grupo civil armado y policías municipales, tras la desmantelación de un campamento de resistencia en contra del alcalde Manuel de Jesús Carpio Mayorga.
A lo largo de varios kilómetros, miembros del Movimiento Campesino Regional Independiente, adheridos a la Coordinadora Nacional Plan de Ayala-Movimiento Nacional, marcharon y realizaron el cortejo fúnebre con los cuerpos Noé Jiménez Pablo y José Santiago Gómez Álvarez.
Según medios mexicanos, frente al Palacio de Gobierno realizaron un mitin y un homenaje para exigir justicia y “evidenciar al gobierno, lo que tanto negaron: la existencia de grupos paramilitares y los muertos que no quieren ver ni que nadie vea, una situación que se presenta cada día en Chiapas”, señaló Jesús Gutiérrez Valencia, vocero de la organización.
Gutiérrez exigió al Gobierno Federal que dirija las investigaciones y que “no permita que el Gobierno estatal meta mano, porque existen políticos implicados.
También denunció que el gobernador Rutilio Escandón Cadenas y su equipo de gobierno sabían lo que estaba pasando en Amatán, pero negaron cualquier incursión armada del jueves en la madrugada, así como que hubiera heridos y desaparecidos.
Incluso, aseguró que desde que se agravó el conflicto en Amatán, informaron a las autoridades “del más alto nivel” federales y estatales, pero éstas no actuaron.
Por su parte, Francisco Jiménez Pablo, afirmó que el asesinato de su hermano Noé tiene que ver con el control del territorio.
“Noé había construido un amplio movimiento social, por lo que su trabajo implicaba una amenaza para narcos y grupos de la delincuencia organizada. Tiene que ver con el control del territorio porque el grupo paramilitar que opera en la región, tiene todo el corredor de la entrada y salida a Tabasco donde se trasiega indocumentados droga y se cometen otros actos ilícitos”.
De igual manera, Jiménez Pablo responsabilizó del asesinato de Noé a la familia Carpio Mayorga, que ha gobernado el municipio los últimos 12 años.guilar.
Asimismo, responsabilizó al gobernador, Rutilio Escandón Cadenas, porque “no ha tenido hasta ahora la voluntad de resolver los conflictos sociales, pese a que se le han exhibido pruebas de la operación de grupos civiles armados, encubiertos por policías estatales y municipales, estos siguen operando con total impunidad y asesinando personas a toda hora».
Un país violento
México es considerado un país muy peligroso para el ejercicio de la función pública. Ejemplo de ello, durante la pasada campaña electoral, en la que se renovaron 3.400 cargos públicos y que culminó el 1 de julio, se contabilizaron centenares de agresiones y al menos 130 políticos asesinados.
Los asesinatos de periodistas, dirigentes políticos, defensores de derechos humanos y líderes sociales han ido en aumento debido a la corrupción, la falta de protección por parte del Estado, la impunidad, la propagación del crimen organizado y la poca participación de las comunidades en la toma de decisiones sobre las políticas de seguridad.
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