Trabajar sin pausas para que la clase recupere su fuerza

Del 16 al 31 de diciembre de 2018.

Trabajar sin pausas para que la clase recupere su fuerza

Autor: Wari

Los detentadores del poder en el mundo – el capital y sus servidores – desde siempre se han esforzado por hacer de diciembre un mes de consumo y de locura en el que caen millones de ciudadanos en el mundo. Se pierde parte importante de la cordura, muchos van de aquí para allá en una búsqueda frenética por adquirir lo que previamente el sistema definió como imprescindible en todo hogar y que es impuesto en una feroz campaña comunicacional.

Valores como la solidaridad y el descanso en familia se pierden y dejan espacio a la competencia desaforada  por hacerse de lo de moda.

¿Qué sentirá María, en donde se encuentre,  al ver como la fiesta del cumpleaños de su hijo tiene de todo en cada hogar, menos un regalo para el festejado?

Se puede creer en todo, en parte o en nada de lo que son las tradiciones religiosas o paganas, pero sin duda hay que apuntar a recuperar la tradición de compartir en familia, hacer los balances de la gestión del año y disfrutar del descanso sin la presión del consumo excesivo de comida o alcohol que podrá ayudar a olvidar momentáneamente algunas dificultades, pero no cambiará en modo alguno el estado actual de cosas.

La nueva sociedad en la que esperamos vivir debe desprenderse de todas estas banalidades y apostar a la realización de la familia, por la vía de la satisfacción de las necesidades básicas.

Eso significa, al menos para nosotros, las festividades del fin de año.

********

Variadas fueron las iniciativas orientadas no solo a rescatar del olvido a quienes dieron su vida en Iquique hace 111 años, sino también mantener vivo el ejemplo de esta y otras gestas heroicas, que tienen como protagonistas a nuestros hermanos de clase, hombres y mujeres que conscientes de que arriesgaban la vida, pusieron el pecho a las balas y enfrentaron al capital.

Nos dejaron un gran ejemplo que no solo debemos honrar en el recuerdo permanente y activo, sino también  en el trabajo por devolver a la clase el protagonismo que alguna vez tuvo, corrigiendo las falencias que permitieron que el sector dominante se impusiera e intentara lapidar para siempre nuestras aspiraciones.

No lo logró ni lo logrará, pero no podemos seguir entregando sin pelear a los mejores de nosotros. Flaco favor hacemos a la memoria de los mártires de Iquique, Nelson Quichillao, Rodrigo Cisternas, Juan Pablo Jiménez , Alejandro Castro y tantos otros, si solo los recordamos en fechas predeterminadas.

Cada acción, cada lucha, cada nuevo sindicato, son la encarnación de estos espíritus  libres y combativos.

La tradicional exposición fotográfica que nuestra CGT presenta entre el 15 y el 21 de diciembre de cada año, este 2018 tuvo una particularidad que la hizo aún más visitada.

En esta ocasión se entregó información, boletines y afiches del accionar de la Central Clasista, además de presentar un audio con la lectura de un texto escrito por Baldomero Lillo, que situaba a los visitantes de la exposición en ese lugar, hace más de 100 años. Cerró la actividad una acción de propaganda de la Central que por un  rato rompió el rito capitalista de la Navidad, inundando las calles del más puro clasismo.

El mismo ímpetu clasista y reivindicativo es el que mantiene contra viento y marea la Unión Clasista de Trabajadores (UCT), quienes año a año reivindican la memoria de Antonio Ramón Ramón, obrero español nacido  en Milvizar, Granada, 13 de noviembre de 1879 y a quien se le da por fallecido en 1924, existiendo más de una versión sobre su deceso. Antonio tuvo un hermano por parte de padre llamado Manuel Vaca con quien se vino desde África hacia Sudamérica.

Manuel y Antonio aunque mantuvieron contacto permanente, llevaron vidas distintas, uno en Argentina el otro trabajando en las salitreras de Iquique. Su contacto epistolar se perdió a fines de 1907. Manuel Vaca fue uno de los caídos en Santa María. Antonio se vino a Chile luego de enterarse de los hechos ocurridos en Iquique. Así dice uno de los relatos:

“Antonio, atacó a Roberto Silva Renard la mañana del 14 de diciembre de 1914 a las 10:15 de la mañana, cuando el general caminaba por la calle Viel, en las proximidades del Parque O’Higgins (en ese entonces llamado Parque Cousiño), en dirección a su despacho en la Fábrica de Cartuchos del Ejercito, en la cual se desempeñaba como director. Le propinó varias heridas por la espalda, no consiguiendo matarlo, pero sí mantenerlo enfermo por varios meses, produciéndose así su retiro. Antonio luego intentó tomar una botella con veneno, que no produjo efecto alguno.

Corrió en dirección hacia el parque, donde fue capturado por guardias del ejército, ayudantes del general, y herido a sablazos en la cabeza por estos. A la medianoche del mismo día fue llevado al hospital de la cárcel, y de ahí en adelante su verdadero futuro es incierto». (Wikipedia)

Por ultimo y en este accionar por los 111 años de Santa María, destacar el trabajo de recuperación e instalación del monolito en homenaje a los mártires de Iquique, puesto nuevamente en su lugar, a un costado de la estatua en homenaje a Luis Emilio Recabarren.

Debemos llamar la atención sobre un  hecho no menor. Como organización constatamos la destrucción  parcial del monolito y pusimos los antecedentes en conocimiento de la Municipalidad de Santiago y el Consejo de Monumentos Nacionales, quienes autorizaron la instalación del mismo hace 11 años, pero hasta ahora no se han pronunciado. Sin duda poco ha de interesarles un pequeño monumento que expone a los ojos de la ciudadanía la brutalidad de los dueños del capital, cuando son puestos en riesgo sus intereses.

111 años se cumplieron este 2018 y no solo debemos ratificar nuestro compromiso de NO al olvido sino también, y por sobre todo, trabajar con fuerzas y sin pausas para que la clase recupere su fuerza y asuma con todo su protagonismo.

******

Se fue Hermes Soto y vendrá otro director general a Carabineros, sin embargo el actuar, la acción de ese cuerpo policial, no cambiará.

Se requiere mucho más que cirugías comunicacionales para que la institución se saque el estigma de represora y castigadora, incapaz de asegurar la tranquilidad ciudadana sin el uso de tanquetas lacrimógenas y guanacos. En sus filas hay gente desprovista de toda humanidad, individuos que disfrutan el hacer daño y castigar, pues saben que disponen de la impunidad para hacerlo. Solo en los últimos decenios son protagonistas de detenciones arbitrarias, desapariciones, asesinatos y golpizas, sin que una sola vez se les haya sancionado según el daño causado.

Similar situación se vive con la aplicación de la ley a los ciudadanos de este país que en teoría, solo en teoría, es para todos igual según el daño causado.

Solo este año hemos sido testigos de sanciones inentendibles a quienes PAGARON a parlamentarios y otras autoridades del poder civil para ser beneficiados en la elaboración de leyes.

Hay otros que estafaron a incautos en cientos, miles de millones y no solo reciben penas ridículas de cárcel, sino que también se benefician de la impunidad al no tener con que responder al enorme daño que causaron.

Probablemente unos y otros seguirán paseando libremente por las calles y serán apapachados por la clase que los parió para la que todo este tipo de cuestiones son “gajes del oficio”.

Mientras una gran cantidad de personas humildes van a las asquerosas cárceles de pobres,  a cumplir condenas incluso antes de que sus juicios culminen y en no pocos casos terminan seriamente dañados cuando no muertos, otros, los que tienen el poder del dinero como un tal Schuler que en su propiedad tenía decenas de valiosas antigüedades robadas -y que con seguridad no le fueron obsequiadas por los ladrones– fue procesado y como sanción inicial se le envió a su casa con arresto domiciliario total.

Así funciona la justicia en Chile, una para ricos y otra para pobres.

Hay de aquellos que insisten en que esto de la lucha de clases es algo retrogrado y desfasado en el tiempo.

******

Ha culminado una nueva batalla en la lucha de los trabajadores que no son reconocidos como tales por la leyes del trabajo, transformados por lo mismo en parias que solo pueden ser escuchados si se deciden a subvertir la legalidad vigente.

Fueron noticias los trabajadores portuarios eventuales, quienes de no haber contado con la solidaridad de sus pares en los diversos puertos y alguna solidaridad real del  movimiento sindical organizado, bien pudieron ser sometidos a los arbitrios de la patronal y del Estado que inicialmente se había negado a asumir su responsabilidad en el conflicto

Y sin embargo la lucha no se ha terminado y debemos asumir nuevos y urgentes desafíos.

Miles de trabajadores, mal llamados “a honorarios”, comienzan a ser despedidos de sus lugares de trabajo sin derecho alguno a indemnización, en municipios y diversas reparticiones estatales, hospitales y otras que reciben recursos del Estado,  para luego volver a ser reincorporados en una práctica malsana que permite que, siendo trabajadores en todo el sentido de la palabra, no puedan disfrutar de ningún tipo de beneficios que a estos les corresponden.

Otros tantos miles llevan años y años cumpliendo labores en lugares determinados, con horarios de trabajo y días libres, dependiendo de jefaturas y sin embargo, para la autoridad del trabajo y sus organismos auxiliares no son trabajadores.

La misma disposición de apoyo, la misma solidaridad efectiva multiplicada, deberá ser demostrada cuando explote la ira de estos parias del siglo XXI, ya que no podemos dejar solos a quienes reclaman algo tan simple pero fundamental para su desarrollo futuro.

Ser reconocidos como trabajadores con todas las garantías legales.

******
Así culminamos un nuevo año de nuestro Pulso Sindical, plenamente conscientes del lugar que ocupamos en esta lucha contra el capital.

No solo expresamos nuestras críticas, ideas y propuestas, también trabajamos día a día apoyando a quienes buscan organizarse o algún apoyo para la defensa de sus derechos.

El Pulso nace desde la organización sindical, desde el sindicato base, la CGT, por eso es capaz de expresar el sentir de los trabajadores.

Solo esperar que ahora que comienza un nuevo año de lucha, nuestros amigos y difusores sigan multiplicándose para llegar a todos y cada uno de los que buscan caminos hacia la nueva sociedad que anhelamos.

Un abrazo fuerte a todas y todos

Por Manuel Ahumada Lillo

Secretario C.G.T. Chile


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano