Los nórdicos lideran clasificación de países que menos utilizan el papel moneda

Décadas atrás era imposible imaginar un mundo sin dinero en efectivo. La mayoría de las transacciones se efectuaban con el papel moneda de por medio.

Los avances tecnológicos transformaron esa realidad. El surgimiento de múltiples opciones de pago basadas en la tecnología digital,  ha hecho que cada vez más usuarios estén convencidos de que muy pronto el papel moneda será cuestión del pasado.

En todo el planeta, actualmente son más las personas que dejan su billetera en casa y salen con los denominados tarjeteros.

El último Estudio Anual de Pagos Digitales de VISA confirma que el 86% de los europeos entre 18 y 34 años prefieren el pago digital y 9 de cada 10 se pasará a este modelo dentro de 3 años, se lee en una reseña publicada por el diario La Vanguardia.

Consumidores se adaptan cada vez más a un mundo sin dinero en efectivo. Foto Web.

 De acuerdo con este mismo estudio, los llamados “millennials” son los que prefieren utilizar sus móviles para controlar sus finanzas, comprar online y pagar a diario.

Al hablar de países, se señala a Suecia, Dinamarca y Noruega como líderes en la clasificación de las naciones en las que menos se utiliza el efectivo: solo el 1% de los pagos se hace con cash. En esto tienen mucho que ver sus respectivos gobiernos, que han apostado por este método para evitar el blanqueo de capitales y la evasión de impuestos.

Bancos, multinacionales y startups se han adaptado a estos nuevos sistemas de pago para que sus clientes ganen en rapidez, sencillez, seguridad y comodidad.

Dos aplicaciones de pago son las responsables de que en China se utilice cada vez más del método digital: Alipy, que pertenece a Alibaba y WeChat Pay. “Es cómodo y rápido porque solo requiere escanear el código QR del establecimiento con el teléfono, aceptas la compra y te marchas”, sostuvo un usuario de esta modalidad de pago.

No obstante, los códigos de barras dimensionales pasarán a un segundo plano, ya que Alipay trabaja ya en el pago por reconocimiento facial, al que bautiza como “Smile to Pay” (Sonríe para pagar).

Consumidores se adaptan cada vez más a un mundo sin dinero en efectivo. Foto Web.

China se ha convertido en el espejo donde se mirará el resto de países en las iniciativas “sin efectivo”. Un ejemplo de ello son los BingoBox, unos supermercados portátiles en los que pagar con tarjeta y sin necesidad de que te atienda nadie. Ha tenido tanto éxito que ya hay 300 distribuidos por las grandes ciudades del asiático.

Amazon Go cuenta con una estrategia similar. Se trata del primer establecimiento de alimentación de la gran empresa. Te registras con tu móvil, coges lo que necesitas y te vas. Adiós a las colas, a los cajeros y, por supuesto, al dinero en efectivo.

Los wearables (dispositivos físicos que realizan el pago solo con acercarlos al terminal) son ya una realidad instaurada en nuestra sociedad. Además del móvil, podemos encontrar los relojes creados por Swatch y pulseras de. Incluso VISA ha desarrollado un prototipo de gafas de sol que llevan insertadas un chip vinculado a una tarjeta de crédito.

Décadas atrás era imposible imaginar un mundo sin dinero en efectivo. La mayoría de las transacciones se efectuaban con el papel moneda de por medio.
Los avances tecnológicos transformaron esa realidad. Foto Web.

Los métodos “Card on File”, donde se almacenan detalles de pago del usuario para que se pueda comprar con un solo click, están consolidados en empresas como Amazon, Google Pay o iTunes. También son populares PayPal y Iupay y sus monederos digitales.

La criptomoneda, de la mano del Bitcoin, es otro de los métodos que se ha propuesto acabar con el dinero en efectivo. Fue creada por Satoshi Nakamoto en 2009, y se trata de un archivo informático que, cuando se compra en Internet, se almacena en tu dispositivo. Es lo más parecido a los billetes en el sector digital.

A pesar de que su valor se ha reducido, los bitcoins pasaron de costar 750 dólares (612 euros) por unidad en 2016 a los 15.000 (más de 12.000 euros) en solo un año.

En definitiva, son muchas las ventajas que el desarrollo tecnológico ofrece para dejar en un segundo plano el dinero en efectivo.

Beneficios como la rapidez, seguridad, comodidad y lucha contra el fraude. Eso sí, en todo caso será cada persona la que decida si adaptarse a la novedad digital.

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