Para investigar los trastornos cardíacos y neurológicos son estudiados por China tras el desarrollo de cinco monos genéticamente modificados. Esta hazaña se repite luego de haber sido clonados los primeros primates.
Al cumplirse un año del nacimiento de Zhong Zhong y Hua Hua, los primeros monos obtenidos en laboratorios chinos por el Instituto de Neurociencia de Shanghái, obteniendo otros animales idénticos de un solo ejemplar.
Los científicos que desarrollaron estos cinco primates con cambios en el ADN padecen problemas del ritmo del corazón asociados a enfermedades como el insomnio, la depresión, la diabetes, el cáncer y comportamientos cercanos a la esquizofrenia y el alzheimer.
Según los investigadores, al ser esa especie de monos similar y la más cercana a la humana en fisiología, se convierte en un mejor modelo para estudiar a profundidad las patologías mencionadas, permitiendo desarrollar tratamientos terapéuticos más efectivos.
Qiang Sun, profesional del Instituto, aseguró que el experimento fue revisado y supervisado por las autoridades competentes y se ajusta a los estándares éticos internacionales de la investigación con animales. Para el director del centro, Pu Muming, el próximo paso será clonar modelos de primates con diferentes enfermedades cerebrales para probar la efectividad de los medicamentos.
La institución dio a conocer hace un año la primera clonación en el mundo de dos monos idénticos y descartan emplear esa técnica en seres humanos. Agregan que solo estudiarán en ellos enfermedades y posibles tratamientos.
El equipo retomó el mismo método que produjo a la oveja Dolly en 1996, pero con la diferencia de que utilizaron células fetales, en lugar de adultas y sostienen que el único éxito de la pesquisa está destinado a eliminar la barrera, para reproducir los simios y ayudar a entender el cerebro de los humanos. Los ensayos en ratones han surtido poco efecto y hasta dejan daños secundarios porque son especies distintas.
Utilización de fibroblastos
Los cinco primates llegaron al mundo el pasado año gracias al método de transferencia nuclear de células somáticas y en la primera clonación de monos, se utilizaron fibroblastos, células cutáneas diferenciadas, de un feto abortado.
En este los fibroblastos provenían de un mono adulto al que previamente se le había eliminado con la técnica Crispr/Cas9 un gen (BMAL1) que codifica proteínas implicadas en la regulación de los ritmos cardiacos. El donante fue seleccionado de entre un grupo de individuos, todos modificados, por tener los fenotipos de patologías más graves.
Para ello, los estudiosos extrajeron el núcleo de un ovocito de mono y lo reemplazaron con otro núcleo del fibroblasto del donante. Este óvulo reconstruido se convirtió en un embrión que portaba los genes del núcleo de reemplazo. Después, fue transferido al útero de una hembra sustituta que dio a luz al clon. Esa fue la fórmula.
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