Estados Unidos financiará de manera abierta su política intervencionista y golpista contra Venezuela, bajo la figura de «ayuda humanitaria» con un primer desembolso de 20 millones de dólares.
Así lo dio a conocer Mike Pompeo, secretario de Estado durante una sesión de la Organización de los Estados Americanos (OEA), para supuestamente solventar el desabastecimiento programado de alimentos y medicamentos, así como los impactos de la «crisis económica».
«Hoy (jueves) anuncio que EE. UU. está dispuesto a proporcionar más de 20 millones de dólares en asistencia humanitaria al pueblo de Venezuela», afirmó Pompeo, quien añadió «esos fondos son para ayudar a paliar la grave escasez de alimentos y medicamentos así como otros impactos directos de la crisis política y económica del país».
Además, exhortó a las fuerzas de seguridad de Venezuela, a garantizar la protección al «presidente encargado» Juan Guaidó, que se autoproclamó el pasado 23 de enero, como mandatario encargado violentando la Constitución y leyes venezolanas, en «cabildos abiertos”, escenificados para desconocer el segundo mandato del presidente Nicolás Maduro, elegido el 20 de mayo de 2018, con la mayoría de los votos.
Más bien, ha intentado ejecutar un golpe de blando para corromper los poderes públicos, igual como ocurrió en el año 2002, cuando Carmona Estanga con ayuda internacional se autoproclamó presidente de la República aboliendo el orden constitucional. Para ese momento, el pueblo no lo permitió y en menos de 48 horas, las calles de Venezuela se inundaron de millones de venezolanos que demandaban el regreso de Hugo Chávez, al igual que en este 2019.
La misma receta y el mismo libreto, Estados Unidos y la Unión Europea reconocieron a Carmona Estanga como presidente de la junta de 2002. Los países de Sudamérica y el resto de la región se apegaron a la proclama del pueblo venezolano que salió a la calle exigiendo el regreso de Chávez. Confusión y desinformación; en el territorio de Bolívar existía un bloqueo informativo y la verdad era que Chávez se había posicionado como un líder nacional e internacional al que todos querían.
Siria y Venezuela, ¿la misma estructura en el desarrollo de un golpe de Estado?
En Siria, país árabe devastado por una guerra encarnizada entre aquellos que están en contra de Bashar al Asad, (sucesor de su padre, Hafez, en 2000) y opositores, no tuvo una historia diferente a la que hoy atraviesa Venezuela.
En 2011 inició con protestas civiles en contra del Presidente (inspirados en la Primavera Árabe), en el que se solicitaban cambios radicales en sus políticas sociales y «democracia», es de hacer notar que Siria era, para ese entonces un país con avances sociales significativos.
Estos eventos se fueron tornando cada vez más violentos, para atenuar las mismas el gobierno de al Asad, actuó con la fuerza pública, para controlar estas manifestaciones, de inmediato fue acusado internacionalmente como un «Estado opresor» e inmediatamente comenzaron a llamarlo «dictador», guión que contrasta a la perfección con los opositores de la derecha en Venezuela y sus llamados panfletarios a «liberar» el país, llamado de «dictador» al presidente Nicolás Maduro.
Regresando a Siria, los eventos de protestas desencadenaron en enfrentamientos armados, al Asad, siempre acusó a potencias extranjeras (EE. UU), de estar tras los opositores, con apoyo logístico y armamento acusando directamente a este país de fraguar un golpe de Estado en su contra.
Desde este país del Norte, y bajo la administración de Barack Obama se le pedía a al Asad su renuncia, y el llamado a nuevas elecciones, el mismo guión utilizado en Venezuela.
EE.UU. apoyó a grupos rebeldes con armamento y equipos, (en analogía a los 20 millones de dólares ofrecidos como «ayuda humanitaria» a la oposición venezolana), ese mismo armamento, según fue reseñado por algunos medios internacionales como RT, fue utilizado por el Estado Islámico (EI), agrupación catalogada de terrorista que a la postre también fue parte del conflicto.
A partir de 2014, Estados Unidos, junto con Reino Unido, Francia, y otros seis países, dirigieron incursiones aéreas contra EI en Siria, atacando casi de manera simultánea a las fuerzas del gobierno sirio.
En este conflicto, Rusia e Irán han apoyado a al Asad.
Papel de Rusia, China y México
Maduro asumió el 10 de este mes su segundo mandato (2019-2025), no reconocido por la mayoría de países de la OEA ni por el Grupo de Lima (excepto México), reseñaron todos los medios de comunicación. Pero, Venezuela no es la única que ha padecido un golpe de Estado diplomático e internacional aupado por los Estados Unidos y con características atípicas.
A cada país le aplican la misma receta, pero con adaptación de realidades, cuyo plan maquiavélico está destinado a resquebrajar y despedazar de un sólo tajo a la izquierda y posicionar su hegemonía. Todo lo que huela a revolución o progresismo en el continente queda execrado.
Sin embargo, Rusia, China y México y otras naciones aliadas reconocen la investidura de Maduro para su nuevo periodo. Más para Brasil, Venezuela no cumple los estándares democráticos y por eso ofrece «liderar las tropas de paz», que invadirán a la nación. Además, Iván Duque, también asoma sus dientes y la baba se le cae para ser el héroe imperial que lidere un posible ejército contra Venezuela.
Mientras que la UE hace un llamamiento encarecido al inicio inmediato de un proceso político que lleve a unas elecciones libres y creíbles y el peso lo dan, los altos representante del viejo continente que declaran apoyo pleno a la Asamblea Nacional como la institución elegida democráticamente y cuyos poderes deben ser «restablecidos y respetados». El Grupo de Lima pide alocadamente una intervención militar rápida al pueblo venezolano.
Por otro lado México, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Turquía, Rusia y China apoyan a Nicolás Maduro como Presidente Constitucional de Venezuela. En tal sentido la tensión se acrecienta con el movimiento de fichas de Rusia, con el apoyo armamentista en días pasados con los bombarderos estratégicos TU-160 en visita oficial a nuestro País.
Acciones legales del presidente de Venezuela
El presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro en su plena funciones cedidas por el pueblo que lo eligió con el 67,8% tomó las siguientes acciones para garantizar la paz y la convivencia en el territorio nacional:
1.Reiteró el funcionamiento de los Poderes Públicos del Estado, a excepción del Legislativo que continúa en desacato desde el año 2016.
2.- Conminó a los Poderes Públicos a evaluar la locura que ha desatado la oposición política luego de la auto juramentación de Juan Guaidó. Pidió a la justicia actuar.
3.- Detrás de las acciones de la derecha se encuentran los EEUU, «Washington que esta llevando a la oposición al caos, a la desesperación».
4.- Como Jefe de Estado y de Gobierno, el presidente Maduro ratificó que los diplomáticos estadounidenses en Caracas tienen hasta el domingo para retirarse.
5.- El presidente Maduro anunció el cierre de la embajada de Venezuela en Washington, así como todos los consulados en EEUU.
6.- Agradeció el apoyo de tantos gobiernos en el mundo a la Revolución Bolivariana; especialmente la Federación de Rusia, La República Popular China y la República de Turquía.
7.- Saludó la propuesta de México y Uruguay en la búsqueda de un diálogo que permita el entendimiento nacional. » Estoy listo para dialogar con la oposición «.
8.- Entregó al presidente de la ANC, Diosdado Cabello, una propuesta de reforma a la Ley Contra la Corrupción. La cual contempla el aumento de las penas, la incorporación de nuevos delitos y la creación de una Oficina Nacional Contra la Corrupción adscrita a la Presidencia de la República.
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