A su fama de abogado de derechos humanos, Hugo Gutiérrez sumo hace unos días su destreza como negociador del Partido Comunista con la derecha para reformar el sistema electoral binominal. Si bien los comunistas no están del todo conformes con la propuesta enviada al Congreso por el Ejecutivo, piensan que de a poco se avanza.
En un claro intento de recuperar la iniciativa política luego de las sucesivas crisis que ha tenido la administración concertacionista, la presidenta Bachelet envió el viernes 30 de marzo el esperado proyecto de reforma al sistema electoral binominal. Pese a que la iniciativa no varía el esquema que permite que el 30% del electorado de derecha tenga igual representación que el 50% concertacionista, excluyendo a las demás fuerzas políticas; abriría la posibilidad de elegir entre 5 y 7 parlamentarios a cada coalición que pase el umbral del 5% de la votación. Esto aumentaría el número de diputados de 120 a 140, aunque la composición del Senado quedaría intacta.
El Partido Comunista es la coalición con mayor interés en la modificación del actual sistema y ha delegado la negociación en el abogado de derechos humanos, Hugo Gutiérrez, quien ya sostuvo una reunión de acercamiento con el presidente de la UDI, Pablo Longueira. La reforma al binominalismo si bien depende de parlamentarios electos por dicho sistema, ha concitado ya el apoyo de sectores concertacionistas y de Renovación Nacional. Por su parte, la presidenta Bachelet apoya que se debe terminar con la inhabilitación de los dirigentes sociales y sindicales a ser legisladores y se mostró partidaria de que la inscripción sea automática y el voto voluntario.
Estas iniciativas serán presentadas por separado al parlamento, además de la posibilidad de voto de chilenos en el exterior y la elección directa de los consejeros regionales. Otras modificaciones que aún no son mencionadas son la posibilidad de convocar a plebiscito, la iniciativa popular de ley y el derecho a revocación de una ley por parte de la ciudadanía.
«Hay que seguir luchando porque el sistema sea democrático, en donde la opinión de las personas sea tomada en cuenta. A los parlamentarios en ejercicio les interesa mantener las mayorías espurias no sólo de la derecha, sino de algunos partidos de la Concertación que se ven sobre representados con este sistema», afirma el abogado Hugo Gutiérrez, con quien El Ciudadano conversó sobre las reformas al binominal.
-¿Parece que en los últimos 20 días se ha avanzado más que en los 17 años de postdictadura?
– Se nota interés en el gobierno de retomar la extraviada agenda política, aunque en el PC sentimos que el proyecto que se está enviando no es el que se requiere para restituir la proporcionalidad representativa. Las dos fuerzas mayoritarias seguirán estando sobre representadas.
-¿Qué se puede esperar de legisladores que analizarán esta modificación con calculadora en mano al depender de ella su futuro político?
– Es así y hay que asumirlo. Pero también valoramos que RN apunte a ligar la reforma al binominal con mecanismos que eviten la intervención electoral del gobierno, práctica repetida en los gobiernos concertacionistas y que junto al binominalismo terminan por hacer de la Concertación un partido-Estado, inmune a las coyunturas políticas y los escándalos de corrupción. Por ello estamos de acuerdo en que debe aprobarse una ley de transparencia y de control del gasto público en las campañas electorales, que impida el uso de recursos del Estado, a lo que también hay que sumar el control al financiamiento privado que es escandaloso de igual forma.
-Si bien el Partido Comunista apoya la reforma ¿Por qué no están de acuerdo con la modificación anunciada por la presidenta Bachelet?
– Lo propuesto es sólo una rectificación del sistema binominal, que se sigue manteniendo. No es la generación de un sistema electoral participativo. Esto demuestra que estos años de transición no han servido mucho. Quienes en su tiempo tuvieron convicciones democráticas para luchar contra la dictadura están permanentemente extorsionados por la derecha para hacer lo que la derecha quiere que hagan. Esto es lo absurdo de esta transición que no termina. Como van las cosas, este país no va a la democracia, sino que es una forma de democracia cautiva, donde los sujetos relevantes son los empresarios, las fuerzas armadas y la derecha política. No precisamente la gente.
IVÁN MOREIRA
-El diputado UDI Iván Moreira responde a esto que en La Cisterna él siempre le ha ganado al PC y es sólo una cuestión de contar votos.
– La gran victoria del modelo neoliberal es haber logrado que los pobres actúen en contra de sus propios intereses de clase. Eso es lo que hay que revertir, ya que si ves la votación en la cámara de Moreira te das cuenta que jamás ha sido en beneficio de su electorado, sino que todo lo contrario; ha estado siempre defendiendo la institucionalidad heredada de la dictadura y de los intereses de los más ricos.
-También habría que revisar las campañas electorales millonarias que sostienen a la clase política.
– Por supuesto. Aquello es una demostración de la capacidad de manipulación de quienes tienen la riqueza. Somos rehenes de una derecha que nos mantuvo cautivos por 17 años.
-¿Qué riesgos hay de que se mantenga el sistema actual?
– El peligro de que se construya una alternativa fascista está a la vuelta de la esquina. Si el ciudadano corriente sigue actuando en contra de sus propios intereses, dejándose guiar por aquellos que tienen el dinero, ni se dará cuenta del proyecto populista, pro trasnacionales que está gestando.
-¿Por qué recién 17 años después de iniciarse la transición la clase política se abre a alguna posibilidad de cambio del régimen electoral?
– Este modelo económico requiere de la exclusión para funcionar y funciona manteniendo fuera de las instancias de participación a todos aquellos que son contestatarios al sistema. Es la única manera que tienen para sobrevivir, por ello cualquier inclusión de estas disidencias es sentido como un suicido por parte de los miembros del establishment. Por eso no han permitido hasta hoy incluir al Partido Comunista dentro de la institucionalidad. Nuestro partido lleva 34 años excluido, primero por medio del terror y en los últimos 17 años a través de una transición llevada a cabo por quienes decían tener convicciones democráticas, pero que en definitiva han demostrado sólo su afán de aferrarse al poder.
-¿Qué otras propuestas de reforma electoral plantean hacer a futuro?
– Varias que tenemos que ir incorporando a futuro a la discusión: Que se baje la edad para poder ser diputado a los 18 años y la exigencia de tener cursado 4º medio, por ejemplo. Ha habido grandes parlamentarios en la historia de Chile que no tenían 4º Medio y tal exigencia sólo elitiza el poder legislativo y no es representativo de la totalidad de los habitantes del país.
-¿Qué espera de la conversación sostenida hace poco con Pablo Longueira?
– Sólo espero que cada persona se haga cargo de sus compromisos y en ese sentido se pueda avanzar en que este país se vuelva más tolerante y democrático. El cambio del sistema electoral no tiene sólo que ver con las próximas elecciones, sino con el futuro de la democracia chilena. Es necesario tener un sistema electoral en donde las distintas sensibilidades sociales y políticas tengan representación, sobre todo el mundo social y laboral que está excluido.
Mauricio Becerra