El apoyo irrestricto de Rusia a Venezuela se ha convertido en uno de los principales obstáculos para que Washington pueda concretar una intervención militar que le permita apoderarse de los recursos energéticos y minerales de la nación suramericana.
Moscú es uno de los incondicionales aliados del gobierno venezolano y no ha dudado en defender la soberanía y derecho a la autodeterminación de esta nación y condenar las continuas agresiones de Estados Unidos (EE.UU).
Rusia fue uno de los primeros países en reconocer la legitimidad del mandato del presidente Nicolás Maduro para el periodo 2019-2025, quien obtuvo la victoria electoral en los comicios realizados en mayo pasado con el 67,7% de los votos.
Respaldo, que ha sido ratificado en escenarios como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en donde también mostró su rechazo al intento de golpe de Estado perpetrado por el diputado opositor Juan Guaidó, quien se auto proclamó «presidente interino» de Venezuela, bajo el auspicio del mandatario estadounidense Donald Trump.
Para la Casa Blanca es vital debilitar la estrecha relación político y comercial que existe entre ambos países, para que así Rusia le deje el camino abierto a sus planes imperialistas.
De este modo, el gobierno de Trump ha arreciado las sanciones económicas a Venezuela para aislarla y acorralarla financieramente y reducir así sus posibilidades de cumplir con los compromisos adquiridos con la nación euroasiática.
Alianza económica Rusia-Venezuela
Venezuela y Rusia mantienen una alianza económica integral que abarca las áreas energética, alimentaria, comercial, telecomunicaciones y armamentista, la cual prevé fortalecerse en 2019.
En diciembre pasado el presidente Nicolás Maduro realizó una visita de trabajo a Rusia en donde suscribió con su homólogo, Vladimir Putin, una serie de convenios que comprometen la inversión de más de 6.000 millones de dólares en proyectos conjuntos en los sectores petrolero y aurífero.
Recientemente, ambos países alcanzaron un nuevo acuerdo para la reestructuración de la deuda que mantiene Caracas con Moscú, con el propósito de permitirle a la nación suramericana paliar la crisis económica que atraviesa, en buena parte por las agresiones de Washington.
“Ya se han alcanzado acuerdos. Ellos pagarán de acuerdo a un nuevo calendario”, informó a mediados de enero el ministro ruso de Finanzas, Sergei Storchak, citado por Sputnik.
La deuda de Venezuela a Rusia se ubica en un promedio 10.000 millones de dólares e incluye la compra de productos industriales y armamento ruso, así como las inversiones de la empresa rusa Rosneft en los proyectos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa).
Nuevas sanciones
El gobierno de Trump ha sido enfático en junto a sus aliados que va a desplegar «todo el peso económico y diplomático” contra Maduro bajo el argumento de “lograr la restauración de la democracia en Venezuela».
Según un comunicado de Departamento del Tesoro , la Casa Blanca “se asegurará que las transacciones comerciales del Gobierno venezolano —incluidos operaciones con reservas de empresas estatales e internacionales- sean coherentes con el reconocimiento de Guaidó como presidente interino«.
La semana pasada el Banco de Inglaterra anunció que no devolverá a Venezuela sus reservas de oro valoradas en 1.200 millones de dólares, y este lunes, Washington ordenó la congelación de los activos de la estatal PDVSA y que empresas de la nación norteamericana no tengan negocios con la petrolera venezolana.
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Las medidas adoptadas por el Departamento del Tesoro implican la congelación de los activos de PDVSA en Estados Unidos, estimados en unos 7.000 millones de dólares, así como de los ingresos que se produzcan por la venta de petróleo.
«Esperamos que las medidas de este lunes bloqueen 7.000 millones de dólares en activos además de más de 11.000 millones por exportaciones perdidas a lo largo del próximo año», dijo el asesor de Seguridad Nacional John Bolton.
Por su parte, el secretario del Tesoro de EE.UU., Steven Mnuchin, afirmó que las ganancias por la venta de petróleo venezolano se le retendrán al gobierno de Maduro, y se traspasarán al del auto proclamado “presidente interino” Juan Guaidó.
«Si la situación política tarda en resolverse, estas sanciones tienen un impacto muy fuerte en la profundización de la crisis que puede verse en un lapso de no más de 30 días», indicó el economista Asdrúbal Oliveros, a la BBC Mundo.
Señaló que la medida afectar la venta de petróleo venezolano a Estados Unidos, “pues Maduro no hará envíos que no va a cobrar”.
Asimismo, recordó que la congelación de bienes tiene un impacto particular sobre Citgo, la filial estadounidense de PDVSA, una empresa que cuenta con tres grandes complejos refinadores y de unas 5.500 estaciones de gasolina en Estados Unidos.
En diciembre de 2016, fue noticia que el 49,9% de las acciones de estas refinerías habían sido dadas en garantía a la petrolera rusa Rosneft, a cambio de un préstamo por 1.500 millones de dólares, por lo que al retirarle al gobierno venezolano el control de este activo, estaría en riesgo la participación rusa.
Adicionalmente, el 50,1% restante de las acciones de la compañía fueron empleadas para respaldar el pago de un bono por 3.400 millones de dólares que se vence en 2020.
“Si Venezuela incurre en un impago y deja de cumplir con los bonos de su deuda, los tenedores no pueden disponer de sus activos (…) Lo mismo ocurre si no le paga a Rosneft. El gobierno de Estados Unidos prohibió el traspaso de las acciones de Citgo», explicó Oliveros.
Por otra parte, Rosneft participa junto a Pdvsa en varios proyectos de exploración y de producción de petróleo y gas en Venezuela, por lo que las sanciones de Washington afectan directamente sus inversiones.
Campaña en los medios
A medida que se incrementan las presiones contra Venezuela, también aumenta la tensión política y el interés de Estados Unidos es crear una matriz mediática que haga ver que el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra solo ante la inminente intervención.
Fue noticia en todo el mundo las líneas escritas en una libreta del asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, en las que podía leerse la frase «5.000 tropas a Colombia», lo que disparó las alarmes sobre un ataque a Venezuela desde su nación vecina.
Asimismo, las corporaciones mediáticas que están al servicio de la derecha, trabajan por posicionar en la opinión pública el supuesto “abandono” de Rusia a Venezuela.
Este martes, el portal Infobae publicó que varios “especialistas” sostienen que es poco probable que el Kremlin emprenda un rescate financiero o militar para sostener al gobierno de Nicolás Maduro.
Este medio planteó que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, informó que no hubo discusiones en el Gobierno para ampliar la asistencia financiera o militar para mantener a Maduro en el poder.
También hace eco de una supuesta preocupación sobre la capacidad de que Venezuela complete sus envíos de crudo a Rusia, como parte del pago de sus deudaruso Detrás de la postura de Moscú hay varias razones.
Según reveló en diciembre una «fuente cercana» a PDVSA, la estatal estaría «cumpliendo la mitad de lo pactado (300 mil barriles por día en lugar de 600 mil)”, dijo Infobae.
Por otro, el diario estadounidense The Wall Street Journal planteó que la nación euroasiática “cuenta con “fondos limitados” para campañas internacionales.
“No veo ninguna posibilidad de comprometernos, está demasiado lejos y falta la capacidad logística para llevar a cabo una operación sustancial. Económicamente, la situación de Rusia no es muy buena en este momento y otra carga a largo plazo no sería nada bienvenida”, dijo Fyodor Lukyanov, presidente de una junta asesora del Kremlin sobre política exterior y de defensa al medio norteamericano.
The Wall Streer Journal, también habla sobre una supuesta “frustración de Putin con Maduro” que se incrementó cuando en 2018 Rusia envió a Caracas una delegación de funcionarios del ministerio de finanzas con un plan para estabilizar la desastrosa situación económica del país caribeño y se encontró con el rechazo del gobierno venezolano , que lo consideró demasiado drástico y pidió más ayuda financiera.
“Todos esos factores llevaron a Moscú a buscar un acercamiento con la oposición” dijo el medio citando a “diplomáticos rusos” y “opositores”.
Rusia defenderá intereses en Venezuela
A pesar de toda esta matriz de opinión creada por los medios fichas de Trump, Rusia calificó este martes de «ilegales» las nuevas sanciones estadounidenses decretadas contra PDVSA y anunció su intención de defender sus intereses en Venezuela.
«Las autoridades legítimas de Venezuela consideran ilegales estas sanciones y nos sumamos totalmente a este punto de vista»,declaró el mismo Dmitri Peskov citado por Infobae, quien acusó a Washington de «competencia desleal» y de «injerencia flagrante».
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«Vamos a defender nuestros intereses en el marco del derecho internacional, usando todos los mecanismos a nuestra disposición», expresó a la prensa.
Por su lado, el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, reafirmó que Moscú, «junto a otros miembros responsables de la comunidad internacional, hará lo que esté en su poder para apoyar al gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro».
Denunció que con sus sanciones, Estados Unidos y sus aliados buscan confiscar los fondos del país latinoamericano, lo que recuerda el «trato ilegítimo» con el dinero de otros países, como Irak, Libia, Irán, Cuba, Nicaragua y Panamá.
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