Se trata de Marc Serra Torrent, un periodista catalán que hace 17 años -en 2002- terminó expulsado de Chile por hacer cobertura a las luchas que buscan reivindicar los derechos del pueblo Mapuche.
A Serra Torrent lo expulsó el gobierno de Ricardo Lagos por haber cubierto el conflicto mapuche en Alto Biobío, reseña un despacho del diario Resumen de Chile en su portal web.
“Me detuvieron, me preguntaron mi relación con las comunidades mapuches, me acusaron de instigador”, relata el periodista catalán en un video recogido por Resumen y publicado en Youtube.
Cuenta Serra Torrent que los grandes medios privados chilenos, se encargaron de relacionarlo con la lucha Mapuche.
“Me relacionaron a mí con el conflicto, el mismo ministro Insulza me identificó como posible instigador de actos de terrorrismo”, un argumento utilizado por los gobiernos de derecha chilenos para desprestigiar y desmeritar la lucha reivindicadora mapuche.
En ese sentido relata que mientras era expulsado del territorio chileno un funcionario le relató que tenían órdenes de identificarlo y hacerle seguimiento. “El funcionario me dice que me estaba esperando, que en todos los pasos de frontera de Chile tenían la instrucción de identificarme, señalar la hora y el lugar exacto por dónde salía”.
El periodista lamenta cómo en el caso venezolano pretenden justificar lo injustificable
El periodista catalán resalta que, de esa lamentable experiencia que coaccionó la libertad de expresión del pueblo mapuche, “lo más preocupante es observar cómo los medios de comunicación que han estado callando hasta el momento en Chile frente a los atropellos hacia el pueblo mapuche, asesinatos, represión, usurpación de tierras, humillaciones, hoy en día estén focalizando su trabajo sobre los intereses en el Golpe de Estado en Venezuela”.
Y es que como menciona Serra Torrent, la mediática chilena corporativa junto a los grandes medios internacionales que imponen la agenda editorial pro estadounidense en sus titulares y principales noticieros televisivos, hicieron un escándalo cuando dos periodistas chilenos, Rodrigo Pérez y Gonzalo Barahona, de TVN, quienes fueron deportados a su país luego que violaran las leyes venezolanas y los dispositivos de seguridad del Palacio de Miraflores -sede del gobierno- para efectuar coberturas a favor del golpe de Estado que se gesta contra el presidente Nicolás Maduro y la creación del Estado paralelo que promueve Estados Unidos.
El diario resumen relata que a partir de estos dos periodistas de TVN se ha tratado de construir un discurso en la prensa para hacer creer que en Venezuela no hay libertad de informar y los periodistas son perseguidos y expulsados, todo lo contrario a la realidad, cuando decenas de medios internacionales que están alineados a la agenda golpista realizan cobertura parcializada de la agenda de la derecha y vetan a la fuente de gobierno, así como sus masivas actividades de calle que apoyan a Maduro y a la Revolución Bolivariana.
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