Sin celulares, sin computadoras privadas, sin acceso a correos personales o redes sociales y guardando cada tarjeta de acceso en cajas fuertes.
Así será el trabajo al interior del nuevo edificio del Servicio de Inteligencia Federal de Alemania (BND) inaugurado hoy por la primer ministro Angela Merkel, ubicado cerca del ex Muro de Berlín y que tendrá estrictas normas de seguridad para controlar aquello «que sus empleados pueden hacer o no», informó el diario The Guardian.
La instalación, cuya construcción demoró más de 10 años, tuvo un costo superior a los 870 millones de euros. Se extiende en un espacio del tamaño de 36 canchas de fútbol donde antiguamente hubo un cuartel policial que fue destruido después de la Segunda Guerra Mundial.
Su amplitud «evoca recuerdos de la Stasi y la Gestapo», indicaron críticos citados por el medio.
«Las revelaciones de Edward Snowden de 2013 respecto a que la agencia (BND) cooperó estrechamente con EEUU y los servicios británicos en la vigilancia de comunicaciones digitales sorprendieron a muchos», detalla el portal.
Luego de ello, agrega, la agencia tuvo que reducir -al menos oficialmente- su colaboración con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), evitando mayores suspicacias.