El bloqueo financiero internacional a Venezuela perpetrado desde 2013 es el principal responsable de la crisis económica que atravisa esta nación, así lo demuestra un estudio reciente realizado por la Unidad de Debates Económicos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG).
El informe señala que de acuerdo con los escenarios planteados dentro del modelo macroeconómico de consistencia que fue utilizado, las sanciones han ocasionado al país caribeño pérdidas por el orden de 350 mil millones de dólares en producción de bienes y servicios en el periodo comprendido entre 2013 y 2017.
Eventual intervención militar
El estudio subraya además la importancia capital de los bloqueos financieros para estrangular la economía de un país. Explica que los ataques externos a la capacidad económica y productiva de una nación pueden ocasionar la destrucción en cuestión de pocos años del Estado, y agrega, que los últimos años han sido utilizadas como preludio a una intervención militar.
Los analistas advierten que la supuesta crisis humanitaria y la migración de centenares de miles de venezolanos tienen su origen en el boicot económico impulsadp Estados Unidos y sus aliados.
Sin embargo, el Gobierno estadounidense utiliza estos factores como justificación de una eventual intervención.
Características del bloqueo
El bloqueo se ha materializado con la expulsión del país de los mercados financieros internacionales e impidiéndole el acceso a créditos tanto para renovar vencimientos, como para realizar nuevas colocaciones.
El boicot financiero y comercial sobre Venezuela tiene consecuencias mucho más graves que en economías diversificadas. Su condición de proveedor de petróleo, con limitada capacidad productiva ha creado en el país una alta dependencia de las importaciones, las cuales deben ser financiadas con los ingresos obtenidos por la venta de crudo.
Desde que Nicolás Maduro asumió la Presidencia en 2013, el sector público venezolano dejó de recibir en términos netos unos 19.000 millones de dólares anuales, si se compara con flujos del quinquenio 2008-2012, que aportaron más de 95.000 millones de dólares.
Incremento del riesgo país
Al escenario anterior hay que añadir los cuantiosos pagos que supuso la elevación del riesgo país por parte de las agencias calificadoras, como Standards & Poors o Mood´s, que a pesar que Venezuela cumplió puntualmente con los pagos de la deuda externa, decidieron colocar el riesgo país por encima de los 2.000 puntos desde 2015, con picos de hasta 5.000 e incluso 6.000 puntos recientemente.
Aunque los motivos aducidos por estas calificadoras a la hora de evaluar países se fundamentan más en criterios subjetivos, la tendencia es puntuar bien a aquellos que favorezcan políticas de libre mercado y castigar lo contrario.
Este es el caso de la deuda venezolana, que a pesar de seguir pagándose sostenidamente, es calificada como de altas probabilidades de default con una calificación peor que la de países en guerra como Siria.
La maniobra obligó al gobierno venezolano a pagar en el quinquenio 2013-2017 más de 17.000 millones de dólares, unos 3.300 millones de dólares anuales.
Asfixia internacional
Al sumar el valor promedio anual de divisas que no entraron producto del bloqueo (19.200 millones), más el promedio de lo que el país debió pagar cada año correspondiente a la deuda externa (3.300 millones), Celag concluyó que la economía y la sociedad venezolana sufrieron una asfixia internacional de 22.500 millones de dólares anuales producto de la estrategia internacional deliberada de aislamiento financiero.
Esta presión financiera se intensificó desde 2015 con la caída del precio del crudo.
Los escenarios planteados por el estudio de CELAG demuestran que la economía cada año habría tenido un mejor comportamiento en el caso que se hubiera dispuesto de esos 22.000 millones de dólares anuales. Mientras que por el contrario, la pérdida de esa cantidad explica en un 60% el deterioro económico.
Adicionalmente, el bloqueo financiero causó pérdidas en producción de bienes y servicios que oscilaron entre una horquilla de 350.000 millones y 260.000 millones en el periodo 2013-2017, lo que supone entre 12.200 y 13.400 dólares por cada venezolano o venezolana. En ese quinquenio el país perdió además entre 1,6 y 1,1 Productos Internos Brutos.
El estrangulamiento de la financiación exterior ha significado, en términos metafóricos, un bombardeo masivo sobre sus fábricas e industrias. Si el Gobierno de Nicolás Maduro hubiera contado con un financiamiento internacional como el dispuesto por Mauricio Macri en sus primeros tres años de mandato, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) venezolano sería superior al argentino.
Lee también…
https://www.elciudadano.cl/latino-america/bloqueo-financiero-internacional-venezuela-atenta-suministro-medicinas/03/03/
https://www.elciudadano.cl/venezuela/expuso-ante-cpi-efectos-del-bloqueo-y-las-sanciones-unilaterales/07/18/