Esta mañana en la Corte de Apelaciones de Valparaíso se llevaron a cabo los alegatos por el recurso de protección que Oceana interpuso contra la Municipalidad de Puchuncaví, solicitando que se declare ilegal la renovación de la patente municipal con la cual funciona la fundición y refinería de cobre de Codelco Ventanas. Además de los representantes de Oceana y de la Municipalidad, estuvieron presentes los abogados de Codelco, empresa que hace dos semanas se hizo parte del recurso de protección.
“Codelco Ventanas funciona con una patente municipal ilegal, ya que no cuenta con el informe sanitario favorable exigido por la ley para su operación. Con este recurso buscamos revocar dicha patente y así detener a una empresa que ha sometido a la población de Puchuncaví a niveles inaceptables de contaminación por décadas”, dijo el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz.
El pasado 30 de agosto Oceana, en representación de un grupo de vecinos de Puchuncaví, interpuso el recurso de protección argumentando que la empresa no cuenta con un informe sanitario favorable que, por ley, es requisito para el otorgamiento de dicha patente municipal. Según expone la organización de conservación marina, Codelco Ventanas nunca ha logrado obtener un informe sanitario favorable, a pesar de lo cual la Municipalidad de Puchuncaví le ha otorgado en diversas ocasiones las patentes que permiten su funcionamiento.
De hecho, a petición de la Secretaría Regional Ministerial de Salud (Seremi) de Valparaíso, el 4 de agosto del año pasado la misma Municipalidad le concedió a la estatal -y a otras tres empresas en igual situación- un año de plazo para obtener un informe sanitario favorable, señalando que el incumplimiento de esta disposición significaría la cancelación de la patente. Sin embargo, el 31 de julio de este año un decreto alcaldicio renovó nuevamente la patente de Codelco Ventanas, aun cuando su informe sanitario era de carácter desfavorable porque, entre otros puntos, las instalaciones de la planta tienen fallas estructurales y emiten gases fugitivos que ponen en riesgo a los trabajadores y al ambiente más allá de los límites de la planta, según lo señala la Seremi de Salud en su informe.
“Buscamos que se respete a los habitantes de Puchuncaví y se cuide el medio ambiente, especialmente el marino. De haber tenido Codelco Ventanas un desempeño ambiental aceptable, no estaríamos en los tribunales. Si se cierra la fundición será por decisión de la Corte y culpa estrictamente de Codelco”, agregó Muñoz.
Al respecto Oceana sostiene que, de acogerse el recurso de protección, Codelco debiera hacerse cargo de los derechos y bienestar de sus trabajadores, ya que estos no tienen la culpa de los errores cometidos por la empresa.
Santiago, 24 de octubre de 2012
Comunicaciones Oceana–Annelore Hoffens
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