La empresa Space Exploration Technologies (SpaceX), perteneciente al físico y magnate estadounidense-canadiense Elon Musk, ha presentado un reclamo judicial contra la NASA por un contrato de casi 150 millones de dólares que adjudicó a la United Launch Alliance, firma que une a sus rivales Lockheed Martin y Boeing.
Según publica el medio ruso Sputnik, ULA fue contratada con el fin de «lanzar una nave espacial llamada Lucy para explorar los asteroides troyanos alrededor de Júpiter en un viaje que duraría 12 años».
SpaceX, en un comunicado enviado al diario The Washington Post, dijo haber ofrecido «una solución con una confianza extraordinariamente alta en el éxito de la misión a un precio dramáticamente más bajo» que ULA.
Por tanto, añadió, «creemos que la decisión de pagar mucho más a Boeing y Lockheed por la misma misión no era la mejor para la agencia ni para los contribuyentes estadounidenses».
ULA ha respondido que «no se podía confiar en SpaceX para lanzar satélites tan críticos y que estaba tratando de ‘recortar gastos’ para ganar los lucrativos contratos, a lo que SpaceX contestó diciendo que ‘ULA no cree en la competencia'», ya que los «‘monopolistas nunca lo hacen'».
La NASA ordenó congelar la misión, mientras que el inspector general del Pentágono anunció que revisará mediante una auditoría la certificación que posee SpaceX.
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