La Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios a la opinión pública:
A pocas horas de realizarse las elecciones municipales, como estudiantes reiteramos, a todos los chilenos y chilenas, el llamado para no votar y restarse de este proceso.
Las últimas semanas hemos visto como nuestra posición ha tenido eco en muchos otros ciudadanos que comparten nuestra crítica profunda al modelo de sociedad que nos rige y su profundo rechazo con los partidos políticos que lo sustentan. ¿En qué otra sociedad, sino en una profundamente desigual y antidemocrática como esta, gobierno y clase política salen unidos para calificar de antidemocráticos a los estudiantes secundarios? Nosotros no hemos negociado nada a espaldas de ellos. No hemos jugado con su futuro. No nos hemos enriquecido a costa de sus familias. No hemos encarcelado, ni asesinado por la espalda.
Lo que hemos hecho es señalar una y otra vez, precisamente nosotros, que hemos crecido en una sociedad gobernada durante más de 22 años para servir el lucro. Hemos crecido viendo como se privatiza gran parte del país y como se otorga la venia para que empresas transnacionales exploten nuestros recursos naturales, sin que podamos pensar siquiera en heredarlos a nuestros hijos.
Hemos crecido viendo como se legitima una Constitución tan antidemocrática como la redactada para servir los intereses de quienes persiguieran a nuestros padres, madres y abuelos. Hemos visto asesinar a uno de los nuestros. Hemos visto la impunidad de la justicia militar. Todo ello bajo el amparo de una institucionalidad donde no hay lugar para la esperanza democrática. Porque acaso democracia no es participación, dignidad e igualdad?
En esta Constitución sólo el lucro rige los designios de la educación en Chile, la salud, la vivienda y las pensiones. En ella, aún maquillada de Reformas, reside lo peor de nuestra historia.
Este sistema binominal tampoco ha posibilitado que una mayoría de los ciudadanos podamos expresar nuestro sentir sobre la administración del país. Está hecha para permitir que una pequeña elite, expresada en el duopolio de la Derecha y la Concertación, nos gobierne por más de dos décadas.
Y es que si algo hemos aprendido, nosotros los más jóvenes, es que los movimientos sociales nada hemos conquistado entregando, de tanto en tanto y en una ceremonia de engaños, nuestro voto. O no fue engaño deliberado aquel “Acuerdo por la calidad de la educación”. O no es engaño la Reforma tributaria de hoy. O no es engaño la recién frustrada licitación del Litio….
En esta crítica profunda y de cambios radicales, se enmarca la campaña “Yo No Presto el Voto”, y así la han entendido distintos sectores del país, como organizaciones sociales, estudiantiles y de trabajadores, no sólo en Santiago, sino en gran parte del país.
Lo que hemos contribuido a hacer es justamente abrir un debate público sobre la poca legitimidad que tiene esta institucionalidad y esta forma de gobernar.
El llamado a no votar y no participar de las elecciones, debe ser entendido como un acto de protesta y de rechazo no sólo a la clase política deslegitimada -¿De hecho, no les parece en si feo hablar de “clase política” y sin embargo todos hablan de ella en esos términos? – sino todo lo que ella representa.
Algunos nos acusan de antidemocráticos, otros de favorecer a la Derecha, nada de eso refleja nuestro sentir y nuestro accionar. El no participar del juego electoral es una forma de demostrar el profundo sentir de una gran mayoría social que ya no cree en las promesas de cambio que se han hecho, elección tras elección, sin obtener resultado alguno.
Nuestro llamado es a dejar muy en claro que los chilenos, sobre todos los más jóvenes, no creemos en este tipo de participación. Llamamos a buscar formas distintas de organización social, mediante la democracia directa con control comunitario, en que las comunidades puedan incidir en las políticas que les influyen y puedan decidir con autonomía ejerciendo su poder día a día y no delegando a terceros lo que nos corresponde como ciudadanos.
EL éxito rotundo de esta campaña ha permitido articular a todos aquellos disconformes con el modelo, aquellos que durante años no se han sentido representados por los políticos y ahora asumen nuestro llamado como el reflejo de los cambios que queremos realizar.
Hemos visto como la consigna Yo No Presto el Voto se a utilizado por todo el territorio del país, por lo tanto, después de estas elecciones municipales no podrán seguir gobernando a espaldas de la gente.
Estamos presentes y representamos a un sector de la sociedad que no permitirá que se siga decidiendo sin nosotros. Aquí comienza la construcción de un nuevo camino de movilización popular y democracia directa, en que estaremos observando y exigiendo de las autoridades responder a las reivindicaciones populares. Porque la clase política tembló con nuestro llamado, somos nosotros ahora a los protagonistas del mañana.
Este 28 de octubre no vote, no legitime este modelo antidemocrático.
ACES