Frente a las Elecciones municipales: Nuestra Alternativa

Frente a las elecciones municipales, la discusión al interior de la izquierda del país se polariza principalmente en dos propuestas: la de participar en las elecciones el 28 de octubre, ya sea apoyando al Partido Comunista o al Partido Igualdad –y sus respectivos aliados-, y la de no hacerlo

Frente a las Elecciones municipales: Nuestra Alternativa

Autor: Wari

Frente a las elecciones municipales, la discusión al interior de la izquierda del país se polariza principalmente en dos propuestas: la de participar en las elecciones el 28 de octubre, ya sea apoyando al Partido Comunista o al Partido Igualdad –y sus respectivos aliados-, y la de no hacerlo. En respuesta a este escenario, algunos movimientos políticos dentro de la Izquierda de Intención Revolucionaria (IIR) han hecho un llamado a funar las elecciones municipales. Sin embargo, esta apuesta ha carecido de un contenido estratégico, quedándose principalmente en la mera consigna antielectoralista. Se hace necesario entonces la construcción de una alternativa que se dirija a dotar de contenido la critica actual a la institucionalidad y que tenga la vista puesta en la construcción de soberanía popular.

LA CONFIGURACIÓN DEL ESCENARIO

En este momento la mayoría de la izquierda extra parlamentaria –Izquierda Cristiana, MAS, MAIZ, Nueva Izquierda– se encuentra en un proceso acelerado de incorporación a la apuesta del gobierno de nuevo tipo, propuesta por el Partido Comunista, y que gira en torno a la figura de Bachelet; además de lo anterior, se propone acumular capital político desde el conjunto del mundo popular tras las movilizaciones de los últimos años. Frente a esto, urge evitar que esta última situación se profundice, pero además, es importante levantar una alternativa real frente a los intentos de dar una respuesta “por la izquierda, pero desde la institucionalidad” a la conflictividad social del 2011, como lo hace el Partido Igualdad buscando tensionar la estructura autoritaria de la misma.

Hoy en día, hay elementos claros –dos cierres estructurales- que demuestran la incapacidad de lograr avances reales desde la participación electoral. El primero de estos cierres es el institucional y que se traduce en la incapacidad efectiva de los concejos municipales para realizar transformaciones, lo que cercena la capacidad de influencia de organizaciones sociales y de base en la toma de decisiones. El segundo cierre es uno de carácter político, y tiene que ver con la incapacidad de la izquierda de poder contar con una fuerza propia suficiente para tener una presencia importante en la institucionalidad, por lo que la obliga a realizar pactos con los partidos políticos de la Concertación. Esta alianza se hace entonces indispensable para tener niveles básicos de influencia en instituciones como el parlamento o los municipios. Sin embargo, la actuación de la izquierda dentro de esta alianza durante los últimos años –por no mencionar durante sus gobiernos-, demuestra su incapacidad de generar un camino distinto al neoliberalismo. Debido a todo esto, la apuesta del PC implica incorporarse en una posición de subordinación frente a la Concertación en un eventual pacto, mientras la misma debilidad de la izquierda impide que el Partido Igualdad aparezca como una alternativa dentro del juego electoral.

De esta forma, el centro del problema que enfrenta la izquierda no es si votar o no –un tema meramente táctico, en una coyuntura muy específica- sino que se encuentra en la discusión estratégica a mediano plazo, en la propuesta de construcción de programa, en la política de alianzas y en la lectura con respecto al Estado que se realiza. En este sentido y fuera de esa dicotomía, planteamos la necesidad de generar una alternativa de izquierda que se dirija hacia la construcción de soberanía popular, que se encargue de generar las condiciones para la construcción de poder popular.

NUESTRA ALTERNATIVA

En estos momentos es la izquierda de intención revolucionaria la que tiene el mayor desafío por delante. El Partido Comunista tiene clara su apuesta estratégica de construcción, mientras que el resto de la izquierda no ha sido capaz de superar un estadio básico de las consignas anti-electorales. No estamos ante un escenario en el que los sectores populares toman la ofensiva política, sino más bien ante una nueva oportunidad de avanzar en el proceso de reorganización del movimiento popular. Es por ello que hoy nuestra respuesta frente a las elecciones se encuentra dirigida a levantar una alternativa de construcción de organización popular, entendiendo que es una apuesta cuya materialización es en el mediano plazo.

Es importante no olvidar que durante los últimos años, debido al alza de la movilización social y a la incapacidad del Estado –y del modelo en su conjunto- de asumir las demandas de los sectores movilizados, se ha dado un proceso paulatino de deslegitimación del aparato institucional en su forma actual. De esta forma, el parlamento y el Estado cada vez se han ido visibilizando más como lo que son: herramientas de control por parte de quienes históricamente han detentado el poder. Frente a todos estos elementos la salida que vislumbramos es fortalecer las organizaciones de base y sus procesos de debate y discusión política, asumiendo que ante el Estado la única forma de conseguir avances en las demandas del pueblo es la construcción de Poder Popular, la institucionalidad se verá tensionada en la medida que seamos capaces de construir un alternativa de organización y participación. En esa línea de construcción planteamos una alternativa que en sí misma dice no a las salidas electorales y plantea una forma de democracia mucho más participativa e inclusiva.

Nuestra alternativa se entronca entonces, en la orientación estratégica de construcción de Poder Popular, esto es, la capacidad del pueblo de tomar el poder en sus manos a través de sus organizaciones de base, avanzando en torno a las demandas emanadas desde su seno de acuerdo a las necesidades reales de la clase trabajadora. En este sentido, nuestra respuesta no es el llamado a no votar, tampoco a sí hacerlo, sino que es a construir una propuesta, un programa que emerja desde el pueblo, para lo cual se requiere avanzar en la recomposición de la organización del mismo y de un proceso de discusión propositiva que desarrolle perspectiva al interior de la IIR.

¡Porque el modelo no cederá, a construir Poder Popular!

¡Arriba las y los que luchan!

Frente de Estudiantes Libertarios (FEL)

27 de octubre de 2012


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