Este jueves la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá, en entrevista con Radio T13 afirmó que el Gobierno rechaza la convocatoria a la huelga del 8 de marzo, ya que a su juicio las demandas planteadas «exceden los temas de la mujer» y corresponden a un movimiento «de oposición» que «tiene un objetivo diferente». Además de eso, dijo que el Ejecutivo busca «derribar barreras para que las mujeres tengan la oportunidad de demostrar cómo movilizan al mundo y a Chile» y que «una paralización va en el sentido opuesto».
Desde la Coordinadora Feminista 8 de Marzo le respondieron a la secretaria de Estado, planteando que les parece «preocupante que la primera autoridad del Ministerio de la Mujer, la cartera que debe estar en sintonía con la vida de las mujeres que vivimos en Chile, haga estas declaraciones que dejan en evidencia su desconexión con las problemáticas y preocupaciones que nos atañen». Al respecto añadieron que «los temas centrales para las mujeres son los temas que nosotras mismas hemos puesto sobre la mesa en este último tiempo a través de las organizaciones en las que participamos».
En ese sentido, sostienen que los temas de las mujeres «no pueden ni deben limitarse a erradicar la violencia machista entendida únicamente como acoso, abuso, golpes y femicidios», debido a que estos «se relacionan con todo aquello que precariza nuestras vidas». Un sueldo 37% menor al de los hombres, un gasto de 3 horas más al día en el trabajo doméstico y de cuidados, o que más del 90% de las pensiones de las mujeres sean menores a 158 mil pesos, son algunos de los ejemplos entregados por la Coordinadora 8M.
Junto con ello mencionan las demandas centrales de las distintas mujeres que habitan el territorio. Para las mujeres mapuche está el «terminar con la militarización del Wallmapu, que las daña a ellas, a la infancia de sus hijos e hijas y a sus comunidades, sometiéndolas a una situación constante de terror y amenaza»; para aquellas que cuidan a enfermos en zonas de sacrificio el «terminar con las políticas extractivistas»; y para las mujeres migrantes «-que son la mayoría y las más empobrecidas de toda la población migrante-, contar con una política migratoria con enfoque de derechos y perspectiva de género».
En ese sentido la Coordinadora afirma que «la violencia que nos ataca está en todos los espacios: públicos, familiares, de trabajo y de estudios». «Una de cada tres de nosotras vive o vivirá violencia a lo largo de su vida. Hay que ponerle fin a todas las formas en las que se manifieste, para poder avanzar hacia una vida digna, libre y sin miedo», postulan.
«Quizás la ministra Plá debiera averiguar más sobre cuáles son los temas centrales que nos convocan», apunta la organización feminista, enfatizando que todas estas problemáticas no son «una idea de un grupo de mujeres aisladas, es resultado de decenas de encuentros territoriales que se hicieron el año pasado a lo largo de Chile y que culminaron con el Encuentro Plurinacional de Mujeres que Luchan». Un evento que como destacan reunió a miles de mujeres, las que en conjunto construyeron las demandas para este 8 de marzo y acordaron plegarse a la paralización de sus actividades.
En este contexto defienden el llamado a huelga para este 8 de marzo «como una forma de hacer de nuestras vidas un problema político. Porque lo que nos tiene sumidas en la precarización total y transversal de nuestras vidas son, precisamente, las políticas públicas levantadas por este gobierno y también por los de la Concertación y Nueva Mayoría».
Para la Coordinadora, el que la secretaria de Estado señale que la huelga «no es una forma de movilización propia de las mujeres», atribuyéndola en cambio «de manera facilista a partidos políticos, demuestra que ella tiene un imaginario sesgado sobre las potencialidades que tenemos para organizarnos». «Hacer huelga no es un capricho, sino una necesidad frente a la mercantilización de cada espacio de nuestras vidas y es un llamado internacional que la ministra debería conocer a estas alturas. Son las mujeres del mundo las que dicen basta de violencia, abuso de poder y pobreza», advierten.
«A diferencia de lo que señala la ministra Plá, una huelga no es contradictoria con el hecho de que somos las mujeres quienes movilizamos a Chile y al mundo, sino todo lo contrario: una paralización de trabajo doméstico y remunerado es la forma de evidenciar esta movilización. Ya lo hemos dicho antes: si nosotras paramos, ¡para el mundo!», agrega la organización.
Respecto a que el movimiento feminista sería un movimiento «de oposición», como lo definió Plá, la Coordinadora 8 de Marzo responde que efectivamente se trata de uno «de oposición», pero a este gobierno y a los gobiernos anteriores que -acusan- «han administrado la miseria, la violencia y la precariedad de nuestras vidas». «Es un movimiento de oposición a las cúpulas de las iglesias. Un movimiento de oposición a las políticas que hoy nos mantienen en esta situación, y que son las políticas que queremos subvertir. La huelga es un movimiento de apertura de una fuerza social transformadora, de la mano del movimiento feminista y del protagonismo de las mujeres en todos los espacios», agregan.
Finalmente destacan que el movimiento feminista reúne a una diversidad de contextos, ideas, historias y raíces, unidas frente a la precarización de la vida, «que es lo que marca nuestra biografía desde Arica a Magallanes». «La ministra se equivoca. Todas las demandas sentidas por las mujeres que viven en Chile, las levantamos las mujeres que vivimos en Chile. Porque queremos una vida mejor para nosotras, nuestras familias, nuestros vecinos. Para todos y todas», sostienen en ese sentido.