El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva salió por primera vez de la cárcel, para asistir al entierro de uno de sus seis nieto, de 7 años, quien falleció este viernes por meningitis.
El exjefe de Estado abordó este sábado a las 7.00 hora local (10.00 GMT) un helicóptero en las instalaciones de la Policía Federal de la ciudad de Curitiba, donde cumple su condena, para ser trasladado hasta el aeropuerto de Bacacheri y así abordar un avión de la gobernación del estado de Paraná que lo trasladará a Sao Paulo, citó el portal el Periódico.
El líder brasileño ingresó a prisión el 7 de abril de 2018 para cumplir una condena de 12 años y un mes por delitos de corrupción que no han sido probados.
Dispositivo de Seguridad
El exmandatario brasileño, fue trasladado en medio de un intenso dispositivo de seguridad, y escoltado con un primer anillo de seguridad, por tres agentes de la Policía Federal.
Será conducido por la Policía Federal hasta Sao Bernardo do Campo, una de las ciudades del área metropolitana de Sao Paulo, donde está previsto que tenga lugar el funeral de su nieto. Aún se desconoce si participará en las ceremonias fúnebres o tan solo se reunirá con su familia.
Ante la desagradable noticia para Lula y sus familiares, Carolina Lebbos, jueza de la Sala de Ejecución Penal de Curitiba, aceptó la solicitud que hizo la defensa del exmandatario de liberarlo provisionalmente con base en la ley de ejecución penal, que permite a los condenados salir de prisión para asistir al velatorio de familiares cercanos.
Entre tanto, sus abogados se comprometieron a no divulgar ningún detalle con el fin de impedir que los seguidores del exmandatario promuevan alguna manifestación que pueda poner en riesgo la seguridad de la operación.
Era uno de sus seis nietos
Perdidas familiares
Arthur Araujo Lula da Silva, uno de los seis nietos del expresidente, murió este viernes en un hospital de Sao Paulo, donde falleció de meningitis.
Medios locales indicaron, que la muerte del niño se produjo un mes después de que falleciera el hermano mayor, víctima de un tipo raro de cáncer que afectó sus vasos sanguíneos.
En esa ocasión al exmandatario brasileño,le negaron la petición de asistir al entierro, por los argumentos de la Policía Federal, quienes manifestaron “problemas logísticos para su traslado y para garantizarle la seguridad en medio del sepelio.
En enero de 2017 falleció su esposa Marisa Leticia Rocco,de 66 años, víctima de un derrame cerebral.
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