A más de 50 años de regulación del comercio de aves sudamericanas en el mundo, Perú y Brasil son dos países que siguen teniendo problemas para combatir este flagelo, según un estudio sobre la venta ilegal de aves en América Latina.
El informe, titulado «A vista de pájaro: lecciones de 50 años de regulación y conservación del comercio de aves en los países amazónicos», señala que si bien Brasil fue pionero en prohibir el comercio de animales silvestres, estableciendo la cría en cautiverio como alternativa económica de bajo impacto sobre la conservación de las especies cazadas, el efecto inmediato fue el comercio ilegal de vida silvestre en la región.
Países cercanos como Colombia, Ecuador, Guyana, Perú y Surinam serían los sustitutos en este comercio de especies “para abastecer el comercio internacional”, detalla la organización World Wild Life.
Argentina, Bolivia y Paraguay sirvieron de canales de exportación de “cientos de miles de aves” que fueron capturadas para ser colocadas en cautiverio para su posterior explotación comercial.
No obstante, el informe también indica que la región africana fue la principal exportadora mundial de loros sudamericanos en los últimos 13 años, después de que los países de la Amazonía «abandonaran la posibilidad de producir y exportar vida silvestre de forma legal y competitiva».
De acuerdo con el informe, la pérdida de hábitat sigue siendo la mayor amenaza para las especies de aves en los países Amazónicos.
En ese contexto, Bernardo Ortiz von-Halle, autor del informe, considera la necesidad de estrategias integrales que busquen con urgencia detener o revertir la destrucción del hábitat.
Por su parte, Perú se promueve activamente como destino de observación de aves, junto con Guyana y Surinam, permitiendo la exportación de 101 especies de aves capturadas en vida silvestre, todas especies relativamente comunes.
Se denuncia que el país se ha convertido en el centro de la ilegalidad en el comercio de aves, pues desde allí han salido aves exóticas hacia otras naciones, gracias al uso de técnicas sofisticadas de los traficantes.
El reporte, escrito por TRAFFIC y apoyado por WWF, precisa que en la última década Perú exportó comercialmente 37.233 aves incluidas en la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), lo cual representa una quinta parte de dichas especies exportadas de los países Amazónicos.
Agrega que entre 2000 y 2016, Guyana exportó 145.000 aves pertenecientes a 24 especies incluidas en el Apéndice II de CITES, siendo la Amazona de alas naranjas (Amazona amazónica) la más exportada. Esta misma ave es la más exportada por Surinam: 74.890 aves, entre 2000 y 2013.
Pedro Develey, director ejecutivo de Birdlife SAVE Brasil, dice que “no tenemos que sacar (las aves) de la naturaleza. Ningún ave debe vivir en cautiverio”.
Pero el comercio ilegal de especies de aves en el mundo tiene cara visible y puede ser atacado si se quiere. En España, por ejemplo, a finales de 2017 fue desmantelada una red de comerciantes que se lucraba a partir de este negocio.
En esa fecha se activó una operación denominada Susaku, coordinada por la Europol, autoridades de diversos países de África y México, a través de la cual se incautaron más de dos mil animales y detuvieron a más de 20 personas. Las aves serían traficadas por mulas en toda España y otros 18 países. Se estimaron ganancias por más de medio millón de euros.
https://www.elciudadano.cl/animal/rescatan-aves-exoticas-de-rancho-del-chapo/01/17/
https://www.elciudadano.cl/artes/papagayo-juanita-ensena-matematicas-a-ninos-en-estas-vacaciones-de-invierno/07/11/