Reveladoras declaraciones entregó a Chilevisión el menor M.P.C., acompañante de Camilo Catrillanca en el tractor donde recibió el disparo en su cabeza. El adolescente de 15 años describió detalladamente la actuación de los funcionarios de Carabineros que protagonizaron el operativo que terminó con el asesinato del joven mapuche, el pasado 14 de noviembre en la comuna de Ercilla, región de La Araucanía.
M.P.C. dijo que les dispararon antes de recibir una advertencia verbal. “Yo en ningún momento escuché que nos dijeran ‘alto ahí’ o ‘paren’”, señaló a la estación televisiva. También entregó antecedentes del momento en que la bala calibre 5,56 impacta el cráneo de Catrillanca. “Cuando el tractor deja de pisar el acelerador y miro hacia el lado y ahí estaba el peñi, botando un líquido amarillo por la nariz”, aseveró.
Según el testimonio del adolescente, a continuación levantó sus manos y se bajó del tractor. «A mí me dijeron ‘pa qué se arrancan cabros culiaos, la mansa cagaita que armaron’”, recordó el menor de edad.
Fueron 12 disparos los realizados por Carabineros en contra del tractor. Los sargentos Carlos Alarcón y Raúl Ávila habrían sido los autores de la descarga. El primero es sindicado por la Fiscalía como el autor del tiro que dio en Catrillanca. El segundo habría desaparecido la tarjeta de memoria de la cámara que portaban y que registró el procedimiento.
Ávila fue además quien se subió con M.P.C. a la tanqueta que lo trasladó a la comisaría de Ercilla. «De repente, sacó la cámara que tenía en el casco. Yo vi que la abrió, sacó una cuestión chica, se la metió en el bolsillo y sacó otra, y apretó el botón rojo para grabar de nuevo, se la puso así y me quedó mirando y me dijo: ‘Que mirai cabro culiao, o queri que te mate como a tu peñi’”.
Desde que fue detenido hasta que arribó a dependencias policiales, el menor estuvo amarrado. Esto fue lo que contó sobre aquella experiencia: «Cuando me llevaron de acá de la comunidad, a Ercilla, me tuvieron 10 minutos más con las amarras y yo tenia las manos moradas, hinchadas. (…) No me circulaba la sangre y yo les dije por favor que me soltara las amarras, porque ya no sentía las manos. El paco me dijo ‘déjalo al hueón no mas. Y después me las fueron a soltar’”.
M.P.C. describió además el dolor que aún siente por el asesinato de su amigo. «El dolor de haber visto morir a un amigo al frente mío, ese es el dolor que siento. Siempre voy a recordar como estaba mi peñi botando ese liquido amarillo por su nariz”, afirmó a Chilevisión.