La Región de los Ríos, creada hace un poco más de un año, enfrenta hoy su primer gran dilema: ceder ante las presiones del gobierno central que ante la “crisis energética” apoya la realización de 5 proyectos de centrales hidroeléctricas en la zona cordillerana de Panguipulli, o alinearse con la oposición ciudadana y la negativa de las comunidades mapuche a que se realicen estos proyectos multimillonarios.
La crisis energética se enmarca dentro de un sistema económico nacional que requiere más energía para seguir transformando los recursos naturales en capital. De hecho, las necesidades energéticas principales son de las mineras transnacionales del norte del país y no de la población. El consumo domiciliario de los 15 millones de chilenos representa un discreto 16, 5 por ciento del total producido por el sistema interconectado central.
El negocio de Endesa es la energía. Esta empresa, uno de los productores líderes de energía a nivel mundial, es la que quiere desarrollar un proyecto hidroeléctrico en la zona de lago Neltume de 400 MW, con una inversión estimada de 300 millones de dólares.
La transnacional española ya tuvo serios conflictos con la instalación de la central Ralco en la Región del Bío Bío con comunidades mapuche pehuenche. Lucha de intereses que dejó marcado al ex presidente y actual senador por la Región de los Ríos, Eduardo Frei. Éste debió utilizar todo el poder presidencial para la instalación de la represa Ralco, pidiendo incluso la renuncia al entonces director de la Conadi, Domingo Namuncura, que estimaba que se estaban afectando los intereses de las comunidades mapuche pehuenche.
La estrategia de la transnacional española es evidente: “cortar el salame por partes”. Y la primera parte a cortar es la construcción de la galería de prospección de 850 metros; un pretexto para ir construyendo la galería por donde pasarán los tubos por los cuales transitará el agua hacia la sala de máquinas de la central hidroeléctrica Neltume. Proyecto a implementar en el área de Puerto Fuy, Neltume y Lago Neltume ubicadas a 70 kilómetros de Panguipulli y 190 de Valdivia. Es la política de los hechos consumados, la misma que utilizó en Ralco.
SEIA: ¿PARTICIPACIÓN O SALUDO A LA BANDERA?
Es 11 de septiembre. En el Liceo Fernando Santiván se desarrolla una reunión en el marco del proceso de participación ciudadana del Sistema de Estudio de Impacto Ambiental (SEIA) por el proyecto de construcción de la galería de prospección.
Un técnico de Conama, con la ayuda de una presentación en power point, explica el proceso de “participación ciudadana”, que no es más que un conjunto de reuniones con más carácter informativo que participativo que vienen a validar un proceso que si bien es legal, caben dudas respecto a su legitimidad.
-¿Tú crees, como técnico gubernamental, que nosotros, como vecinos y ciudadanos tenemos la capacidad de interpretar ese proyecto de ingeniería y hacer indicaciones en un lenguaje que no comprendemos ni dominamos en los 60 días que planteas? Le pregunto en medio de su exposición.
– A nosotros, como Comisión Nacional de Medio Ambiente, solo nos corresponde entregar información y desarrollar este proceso de participación ciudadana, como lo estipula la ley de Bases del Medio Ambiente. Y respecto al tiempo para las indicaciones, no son 60, sino que 20 días, responde.
Ante mi insistencia uno de los directivos de la empresa reconoce que las utilidades del proyecto hidroeléctrico serían de un 8 % anual aproximado. Ahora bien, si son 300 millones de dólares de inversión, la utilidad anual sería de 24 millones de dólares y, dado que la vida útil del proyecto serían 50 años, nos encontramos frente a un negocio redondo estimado de 1.200 millones de dólares. O sea, el presupuesto municipal de la comuna de Panguipulli por 480 años.
El doctor Vito Capraro uno de los representantes y voceros del Frente Ambientalista de Panguipulli (FAP), da a conocer la posición del FAP frente a este proceso de participación: “Uno creía que la Conama protegía los intereses y derechos constitucionales del ciudadano a vivir en un medio ambiente sano. Pero, en el fondo, facilita la llegada, la información, la operatividad de una empresa en las comunidades. Los personeros de Conama no tienen una actitud crítica, y no son la voz del pueblo interrogando a la empresa. Más bien se plantea como un director de orquesta que presenta la empresa a la comunidad y deja que dialoguen. Pero ¿qué elementos técnicos tiene la comunidad para conversar con una empresa que posee técnicos expertos muy bien pagados, con todo el tiempo del mundo para hacer proyectos?. Una comunidad que tiene un tiempo limitado para hacer indicaciones u observaciones, sin posibilidades de ampliar los plazos. Conama no facilita en nada a la comunidad poder entender más en profundidad los proyectos. Esto no es participación; los ciudadanos tenemos que tragarnos los proyectos, sin derecho a pataleo”.
LOS RECHAZOS SE ORGANIZAN
La Corporación de Desarrollo Indígena (Conadi) entregó un informe negativo al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental del proyecto galería de prospección. Concretamente, manifiesta “su OPOSICION al proyecto, ante la ambigüedad de la propuesta, referida principalmente al impacto negativo que se generará en las personas, comunidades y/o asociaciones de origen mapuche. Impactos referidos a la disminución de la calidad de vida, reasentamiento de las comunidades, alteración de sitios de importancia y significación cultural. Todos problemas de un alto impacto ambiental, económico, social y cultural y a la falta de medidas compensatorias considerando la envergadura del proyecto”.
A la par, organizaciones sociales y comunitarias del sector de Neltume, Choshuenco y Lago Neltume empiezan a organizarse y toman conciencia que los cursos de capacitación de Ingendesa son una estrategia para comprar voluntades más que un acto solidario, comenzándose a gestar una oposición organizada al proyecto. En la localidad de Lago Neltume, en una reunión realizada con los directivos de Ingendesa los comuneros plantearon respetuosamente a Armando Illanes, Elías Sandoval y Alejandro Mercado que “la comunidad no va a permitir la construcción de la galería de prospección”.
Los peñis y lamgen son claros: A buen entendedor pocas palabras.
por Mauricio Duran
El Ciudadano