El equinoccio de la primavera llegó a México, como estaba previsto, durante el cierre de la tercera semana de marzo 2019. Propios y visitantes acudieron en masa a las antiguas edificaciones prehispánicas para recibir la energía de los rayos del sol, propia de esta época del año.
La pirámide de Kukulcán en el sitio arqueológico maya de Chichén Itzá, Teotihuacán, la puerta del Templo de las Siete Muñecas, Dzibilchaltún en Yucatán (este), son algunos de los lugares que recibieron numerosos visitantes.
“Me llena de mucha energía, me llena de mucha fuerza, me llena de mucho poder, me llena de mucha sabiduría”, dice Silvia Torres, una mujer jubilada de 71 años que se apartó del prejuicio con esta creencia milenaria.
En México existe la creencia de que las culturas indígenas del país realizaban rituales en esta fecha para cargar energía.
La costumbre consiste en visitar los lugares arqueológicos vestidos de blanco y con una prenda roja.
Los equinoccios son los momentos del año en los que el Sol está situado en el plano del ecuador celeste. Ese día alcanza el cenit, pues su paralelo de declinación y el ecuador celeste entonces coinciden, la ocasión perfecta para un encuentro con la historia y la naturaleza.
Precisamente, ocurre dos veces por año: el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre.
Durante esta fecha, el día tiene una duración aproximadamente igual a la de la noche en todos los lugares de la Tierra, según los expertos.
Basándose en explicaciones astronómicas, la creencia popular y tradicional, se puede afirmar que el equinoccio de la primavera significa un momento en el que la energía positiva es para todos, por un par de días.
En ese sentido, muchas personas invierten tiempo de sus vidas y aprovechan para ir a lugares milenarios y se sientan a meditar en la parte más alta de las pirámides.
También están los que aprovechan para hacerse selfis en todos los ángulos posibles o captar algunas buenas panorámicas, pues son sólo dos días al año.
Durante el equinoccio de primavera y de otoño, el Sol sale de manera exacta por el este para ocultarse justo al oeste, explica el portal Milenio.
“Es el momento en el cual el Sol cruza el ecuador de sur a norte en su movimiento aparente en el cielo”, señaló el astrónomo del Planetario Luis Enrique Erro, Wilder Chicana Nuncebay.
Además de ser un evento natural que puede verse en Internet, fue celebrado con un doodle de Google en pasado 20 de marzo, por el comienzo de la estación en el hemisferio norte del planeta.
El doodle mostró ese día el dibujo de un planeta en un fondo negro, el cual tiene una cara sonriente y admira una rosa que crece justo en la punta de su cabeza, la cual, a su vez, forma parte de la palabra Google.
De acuerdo con la UNAM, en el calendario mesoamericano, el equinoccio de primavera era más que un cambio de estación, ya que para los mayas este evento astronómico significaba la planeación de la siembra.
Esta temporada se relaciona con el renacimiento, porque marca el inicio de la temporada de crecimiento y reverdecer de la naturaleza; mientras que el de otoño indica el momento de la cosecha.
En Teotihuacán, miles de personas acuden el evento vestidos de blanco con una bufanda roja u otros accesorios. Muchos danzan, queman incienso y cantan, pero el ritual definitivo es pararse en la cima de la Pirámide del Sol, con brazos extendidos y mirando al sol en la mañana del horizonte hacia el oriente.
Debido a las grandes multitudes que acuden al lugar, el acceso y la actividad del sitio se encuentra restringido.
https://www.elciudadano.cl/latino-america/inician-operativo-en-zonas-arqueologicas-por-equinoccio/03/19/
https://www.elciudadano.cl/chile/investigadores-identifican-calendario-incaico-en-el-desierto-de-atacama/04/09/