Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible trazados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es que las personas más vulnerables del planeta puedan acceder al vital recurso del agua, pero hay un dato alarmante, cuando no es potable mata a más personas que los desastres naturales y los conflictos armados.
Según cifras de Statista, un portal alemán en línea para estadísticas oficiales, son 780 mil muertes debido a los suministros de agua inseguros alrededor del mundo.
De acuerdo con los datos y gráficos presentados por la empresa, países de la región africana son los más afectados por la falta de agua potable.
En porcentajes, los afectados son: Eritrea (81 %), Papua Nueva Guinea (63 %), Etiophia y Uganda (61 %), Somalía (60 %), Angola (59 %), República Democrática del Congo (58 %) y Chad (57 %).
Por su parte, la ONU dice que hasta 2.100 millones de personas no tienen acceso al agua potable en sus hogares y casi dos tercios de los habitantes del mundo tienen problemas para encontrar agua al menos un mes del año.
De los que usan agua no segura, alrededor del 80 % vive en áreas rurales, precisa Newsweek en español.
Los datos anteriormente señalados son corroborados por Russell Arnott, investigador de posgrado en dinámica de fitoplancton en el Centro de Investigación de Agua e Innovación de la Universidad de Bath (Reino Unido), quien alerta que una de cada tres personas en el planeta no tiene acceso a un saneamiento adecuado.
El experto agrega otros factores a este problema hídrico: “A medida que los patrones climáticos en el mundo continúan siendo afectados por el cambio climático, tratar de predecir períodos secos, las precipitaciones, las inundaciones y la sequía es cada vez más difíciles”.
En el contexto del Día Mundial del Agua, y la campaña que hoy está llamando la atención sobre las dificultades que enfrentan algunas de las personas para hacerse con este recurso, lanza sus advertencias y señala las dificultades que tienen muchos para “poder abrir un grifo y obtener un vaso de agua limpia y fresca para beber”.
Tom Arnot, codirector del Centro de Investigación e Innovación del Agua, también hizo eco de sus preocupaciones.
“A nivel mundial y local, debemos hacer más para dar un verdadero valor al agua. Esto es en términos del costo del suministro de agua y el tratamiento de aguas residuales, pero más importante en términos de nuestra percepción de su valor como un recurso natural precioso y en disminución”, dijo.
En 2016, el organismo multinacional señalaba que más de 12 millones de personas al año mueren a causa de la contaminación y la degradación del medio ambiente, cifra 234 veces superior a la que provocan los conflictos armados.
En ese entonces se dijo que el 23 % de las muertes que se registraban cada año se debían al deterioro del medio natural, así como más del 25 % de las muertes de niños menores de cinco años, precisó La Vanguardia.
Por su lado, “la falta de acceso a agua potable y sistemas sanitarios mata a 842.000 personas de diarrea anualmente”, más allá de que delegados de 173 países se reunieran para establecer acuerdos que permitan un desarrollo sostenible.
Y el problema persiste, pues la bacteria Vibrio cholerae “continúa causando infecciones en todo el mundo” y fue enlistada como una de las 10 amenazas a la salud mundial en 2018.
A pesar de que se puede prevenir y tratar fácilmente, el cólera mata anualmente a “cerca de 100.000 personas en comunidades que sufren también el azote de la pobreza y los conflictos armados”.
Datos de la OMS destacan que en 2017 se utilizaron vacunas anticoléricas orales para proteger a 4,4 millones de personas en nueve países: Bangladesh, Camerún, Haití, Malawi, Mozambique, Nigeria, Sierra Leona, Somalia y Sudán del Sur.
En 2018, la OMS dijo que prestaría apoyo a campañas similares, paralelamente a las campañas que promueven “el acceso al agua potable, el saneamiento y la mejora de la higiene”.
Un estudio de Unicef realizado en 16 naciones sobre cómo los suministros de agua afectan a los niños atrapados en emergencias, también muestra que los niños menores de cinco años tienen en promedio más de 20 veces más probabilidades de morir por enfermedades relacionadas con el agua insegura y el mal saneamiento que por el conflicto.
La cifra del organismo es contundente y alarmante: 85.700 niños menores de 15 años mueren por diarrea relacionada con instalaciones de agua, saneamiento e higiene inseguras, en comparación con 30.900 del conflicto.
«Las probabilidades ya están en contra de los niños que viven en conflictos prolongados, y muchos no pueden llegar a una fuente de agua segura», dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, citada en Retema.
«La realidad es que hay más niños que mueren por falta de acceso a agua segura que por las balas», sentenció.
https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/aire-desiertos-extrae-agua-potable/06/14/
https://www.elciudadano.cl/medio-ambiente/el-suministro-de-agua-potable-ha-sido-privatizado-en-japon/12/06/