La detención de líderes campesinos que bloquean desde hace más de 50 días un camino de la comunidad de Fuerabamba, en Apurímac, Perú, en protesta contra la minera Las Bambas, no contribuye con la resolución del conflicto y le agrega mayor presión, denuncian los labriegos.
La respuesta del Gobierno ha sido militarizar la zona y detener al líder de la comunidad y a sus abogados, mientras los manifestantes denuncian la expropiación de sus tierras sin ningún tipo de consulta, para luego construir una carretera por donde la transnacional saque camiones del mineral que explotan en las cercanías.
Los afectados demandan la libertad de sus dirigentes como condición para dialogar. En ese sentido, el viceministro de Gobernanza Territorial, Raúl Molina, dijo que sigue buscando alguna autoridad de las regiones surandinas de Cusco y Apurímac que medie para establecer un diálogo con la comunidad campesina de Fuerabamba, informó Telesur.
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Sin embargo, los dirigentes Óscar Quiroga y Percy Astete coincidieron en advertir que no dialogarán con el Gobierno hasta que sean liberados el líder de la comunidad, Gregorio Rojas, y sus asesores legales, Jorge y Frank Chávez Sotelo.
La detención se produjo la semana pasada, acusados de estar incursos en actividades relacionadas con el crimen organizado y extorsión, según la interpretación de la norma que pena el cierre de vías en Perú.
‘¿Cómo vamos a dialogar sin nuestro líder ni nuestros asesores?’, dijo Atete, mientras participaba en el bloqueo del ingreso a la transnacional minera MMG Las Bambas.
Contaminación y agricultura
Quiroga y Astete, quienes participan en el bloqueo de la entrada principal a la minera Las Bambas, señalaron que la compañía usa el camino sin asfaltar para transportar el mineral de cobre que extrae en la zona, a su procesamiento en el puerto de Matarani.
Según dijeron a Telesur, sus tierras de cultivo y su ganadería son afectadas por el tránsito de esa carga, debido a las fugas de polvo de mineral que propaga el viento. Por tanto, lo ideal sería que el traslado se hiciera a través de un ducto.
Los campesinos de Fuerabamba consideran un abuso que el Gobierno haya declarado en 2018 el camino como ruta nacional, sin pagar por las tierras ocupadas, ni contar con la venia de la comunidad, aunque el Gobierno alega que la medida es legal.
Los labriegos aclaran que no son contrarios a la minería y la apoyan, siempre y cuando cumpla con las leyes y con sus obligaciones sociales con el entorno, que MMG asegura haber cumplido con obras para la población.
El conflicto
Las conversaciones entre la minera china MMG y una comunidad indígena en Perú terminaron sin acuerdos, mientras los residentes impiden a la compañía usar una carretera por donde transporta cobre desde la mina Las Bambas a un puerto para su exportación.
La comunidad de Nueva Fuerabamba, que no deja a la minera circular sus vehículos desde hace 50 días, afirma que el Gobierno convirtió ilegalmente la vía que atraviesa sus tierras de cultivo en una carretera nacional y quieren llegar a un acuerdo con la firma para su uso.
Las Bambas, mina ubicada a 4.000 metros sobre el nivel del mar en los Andes del sur de Perú, produjo unas 385.000 toneladas de cobre en 2018, frente a las 453.000 toneladas de 2017, según datos del Ministerio de Energía y Minas.
Nueva Fuerabamba se reubicó para dar paso a Las Bambas, que comenzó a producir en 2016. Residentes de la zona afirman que la minera no ha cumplido todo lo que prometió en un acuerdo que les dio una nueva ciudad y tierras de cultivo en una región vecina.
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