Huelga de una semana en Grecia en rechazo a políticas de ajuste neoliberal

  A partir de ayer lunes en Grecia se convocó a varios paros sectoriales y una huelga general de 48 horas

Huelga de una semana en Grecia en rechazo a políticas de ajuste neoliberal

Autor: Mauricio Becerra

 

A partir de ayer lunes en Grecia se convocó a varios paros sectoriales y una huelga general de 48 horas. Esta es la respuesta que los griegos dan al nuevo paquete de austeridad que promueve el Gobierno. Las reformas propuestas por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que constituyen la llamada Troika, incluyen la liberalización del mercado laboral como la facilitación del despido, la reducción del salario mínimo y la eliminación de los privilegios de ciertas profesiones, según el informe provisional del organismo.

El país heleno se sumió en una serie de protestas, a las cuales acudieron varios sectores. Los taxistas se han declarado en huelga de 24 horas y los trabajadores del servicio de metro y tranvía iniciaron un paro que concluirá a la medianoche de este martes.

«La situación no puede seguir así. Si este programa es aprobado por el Parlamento que está justo aquí mismo, significará un total retroceso para la sociedad griega que la llevará unos 50 años hacia el pasado, a la época de la postguerra», dijo una de las manifestantes.

Los médicos y el personal sanitario de los hospitales públicos declararon en una huelga de tres días, hasta el miércoles, por lo que los centros sanitarios solo atenderán urgencias.

Así como los abogados que iniciaron una huelga de brazos caídos de cinco días. También los periodistas llevan a cabo una huelga de 24 horas en contra de la intención del Gobierno de fusionar su fondo propio de la Seguridad Social con el general del Estado.

«Los periodistas son una parte de la sociedad griega y están protestando contra estas crueles medidas que promueve el Parlamento. Los periodistas, en particular, afrontan este decaimiento de la sociedad, del sistema de las pensiones. Esta es una de las razones por las cual nos estamos manifestando aquí», destacaron.

El Gobierno presentó al Parlamento el paquete de medidas de austeridad, que será votado este miércoles, exigido por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional a cambio de un nuevo tramo de financiación.

El domingo por la noche está prevista la votación de los presupuestos para 2013, que incluyen buena parte de los nuevos recortes exigidos por los acreedores internacionales.

EL NUEVO PAQUETE

A fines de octubre la Troika de prestamistas requiere al país heleno que implemente 150 nuevas reformas en dos años.

Las reformas propuestas por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que constituyen la llamada Troika, incluyen la liberalización del mercado laboral como la facilitación del despido, la reducción del salario mínimo y la eliminación de los privilegios de ciertas profesiones, según el informe provisional del organismo.

Para controlar la aplicación de las reformas, la Troika propone mantener tramos de rescate en una cuenta congelada especial, cuya liberación solo se hará después de la introducción de las reformas.

También apuesta por aprobar una nueva ley de control presupuestario más estricta que contemple subidas de impuestos automáticas en caso de que no se implementen los ajustes. Además la Troika propone una nueva quita de la deuda helena, esta vez para los acreedores públicos.

Después de que en la primera quita participaran acreedores privados -principalmente bancos- de forma voluntaria, esta propuesta aboga por que, por primera vez, los estados europeos tenedores de bonos soberanos helenos acepten perder dinero de sus contribuyentes.

La opción ya ha sido contestada por una serie de países, con Alemania a la cabeza, que se niegan a perder parte del dinero que prestaron a Atenas como medida extraordinaria de apoyo.

Por su parte, el BCE que acumula unos 40.000 millones de euros en bonos griegos, indicó que no puede sumarse a esta nueva quita para acreedores públicos porque sus estatutos le prohíben financiar a estados. Atenas está a la espera de un tramo de ayuda de 31.500 millones de euros. Si no llega, el país puede ir a la quiebra antes de finales de noviembre, según el primer ministro heleno, Antonis Samaras.

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