Se ha descubierto una antigua ballena de cuatro patas en la costa de Perú, que proporciona nuevas perspectivas sobre cómo eran los ancestros de los grandes mamíferos que hicieron la transición de la tierra al mar.
El gigante fósil de 42,6 millones de años, parece haberse adaptado a un estilo de vida semi-acuático. La forma de sus patas con pezuñas sugiere que habría sido capaz de soportar el peso de su voluminoso cuerpo de cuatro metros de largo para caminar sobre la tierra. Otras características anatómicas, incluyendo una poderosa cola y patas palmeadas, similares a una nutria, sugieren que también era un fuerte nadador.
«Las ballenas son este ejemplo icónico de evolución», dijo Travis Park, antiguo experto en ballenas del Museo de Historia Natural de Londres, que no participó en este estudio. “Pasaron de ser pequeños mamíferos con pezuñas a la ballena azul que tenemos hoy. Es muy interesante ver cómo conquistaron los océanos», relata Park.
Antes se había descubierto ancestros de ballenas con cuatro extremidades, más antiguos y pequeños, pero el último espécimen llena un vacío crucial en el conocimiento de cómo las criaturas evolucionaron y se extendieron por los océanos del mundo.
«Otros ejemplos de esta época fueron muestras más fragmentarias y menos completas. No teníamos una indicación clara sobre sus habilidades para nadar y caminar», dice Olivier Lambert, científico del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales y primer autor del estudio, publicado en la revista Current Biology.
El último espécimen demuestra que esas primeras ballenas podrían nadar durante días y hasta semanas de corrido, mientras conservaban su capacidad de vagar por tierra con sus pequeños cascos en los dedos de las extremidades. Según Park, el animal habría sido mucho más capaz que las focas para desplazarse por tierra.
Su largo hocico y dientes afilados sugieren que las primeras ballenas pueden haber comido pescado o crustáceos.
La ubicación del último descubrimiento también es crítica. Anteriormente, se había descubierto ancestros de ballenas mucho más antiguos que databan de unos 53 millones de años en la India y Pakistán. Hasta ahora, los científicos han disputado cuándo y cómo las ballenas se dispersaron por primera vez en América y otras regiones.
El fósil peruano sugiere que las primeras ballenas habrían cruzado el Atlántico sur, ayudadas por las corrientes superficiales del oeste y la corta distancia entre los dos continentes, que en ese tiempo era la mitad de lo que es hoy.
Al hallazgo le faltan las últimas vértebras de la cola, por lo tanto no está claro si ésta habría tenido una gran aleta, que a las ballenas modernas les sirve para avanzar a velocidades de más de 48 km por hora. Pero los autores creen que debe haber sido un nadador experimentado para ser capaz de sobrevivir durante días o semanas en el mar.
El fósil fue excavado en 2011 por un equipo internacional, incluyendo miembros de Perú, Francia, Italia, los Países Bajos y Bélgica, quienes la llamaron Peregocetus pacificus, que significa «la ballena viajera que llegó al Pacífico».
Según Lambert, es probable que inicialmente las ballenas hubieran tenido que regresar a la tierra para ciertas actividades, como aparearse y dar a luz a las crías. Las primeras ballenas totalmente acuáticas datan de alrededor de 41 a 35 millones de años, llenando un nicho ecológico que quedó vacío cuando los últimos reptiles marinos, junto con los dinosaurios, se extinguieron hace 66 millones de años.
Fuente: The Guardian