“El Estado y la Iglesia no pueden decir que rechazan los despidos masivos si sus empresas periodísticas están despidiendo trabajadores”, dijo en el acto del Día de la Prensa Leonel Cajas, de la Federación de Trabajadores de los Canales de TV, en alusión a TVN y Canal 13, que han despedido cerca de 150 trabajadores desde diciembre y presionado a muchos a ejercer la “polifuncionalidad”.
A 197 años de la fundación del primer diario del país, la Aurora de Chile, los trabajadores de la prensa y la comunicación están de acuerdo en una cosa: no hay nada que celebrar. Es que desde noviembre pasado vienen comprobando en carne propia lo falaz del diagnóstico del ministro de Hacienda, Andrés Velasco, quien aseguró que Chile estaba “blindado” frente a la crisis.
Ese fue el consenso entre los asistentes al acto de conmemoración del Día de la Prensa que tuvo lugar a las 11 horas del viernes 13 de febrero, y que reunió a periodistas, reporteros gráficos y dirigentes sindicales de distintas agrupaciones gremiales y medios de comunicación. También se hicieron presentes la CUT y la ANEF, porque de acuerdo a los organizadores, el acto era transversal, “una manifestación nuestra en tanto trabajadores que ven atropellada su dignidad”.
No es para menos. Los despidos masivos han sembrado el terror en distintos medios de comunicación, y si bien menguaron su intensidad durante el verano, los dirigentes pronostican que regresarán en marzo. En un lapso de dos meses COPESA dejó en la calle a cerca de 200 trabajadores (avisándoles el mismo día), los diarios regionales de El Mercurio a otros 150 y La Red a 70 con el cierre su área de prensa.
En medios como TVN, La Nación, El Mercurio, Chilevisión y MEGA los despidos no han sido masivos por ahora, pero sí se registran permanentes reestructuraciones, reducciones de sueldo y presiones para ejercer la “polifuncionalidad” bajo la amenaza de perder el puesto de trabajo si no se adaptan a las nuevas condiciones.
En Canal 13 se vive una situación más delicada, según confirmaron en el acto trabajadores de la estación del angelito (donde las secretarias ganan el mínimo y llevan colación desde la casa) que pidieron no revelar sus nombres. “Estimamos entre 120 y 150 los despidos desde diciembre, pero la cifra no está clara por el tema de las vacaciones”, aseguró uno de ellos.
Esta situación provocó el rechazo de la Federación de Trabajadores de los Canales de TV, quienes a través de su presidente, Leonel Cajas, advirtieron que “el Estado y la Iglesia no pueden decir que rechazan los despidos masivos si sus empresas periodísticas están despidiendo trabajadores en este momento”.
TRABAJADORES “POLIFUNCIONALES”
Rodrigo Miranda, vicepresidente del Consejo Nacional del Colegio de Periodistas, recordó que además de los despidos masivos existe un problema mucho más profundo, que tiene que ver, dijo, “con la precarización de nuestro trabajo, porque somos al mismo tiempo fotógrafos, choferes, humoristas e, incluso, tarotistas”.
Juan Domingo Silva, presidente del Consejo Regional Metropolitano del Colegio, hizo un llamado a la ciudadanía agregando que los despidos son “un ataque a la calidad de la información”. Basta leer los diarios y ver las noticias para comprobar su advertencia. La Tercera, por ejemplo, hace días que publica artículos “reciclados” de semanas anteriores, al tiempo que al igual que los noticiarios de la televisión rellena con información sobre “tendencias” y otros temas de dudosa relevancia pública.
La Asociación de Periodistas Jubilados tampoco quiso quedarse fuera. Su presidente, Douglas Hübner, reconoció que “en este aniversario lamentablemente no hay nada que celebrar. Sumen a los despidos las magras jubilaciones que percibimos después de toda una vida al servicio del país”. Hübner terminó haciendo un llamado en nombre de Camilo Henríquez, fundador de la Aurora de Chile: “avancemos en la recuperación de la dignidad de nuestra profesión”.
TIBIO ACTUAR DEL COLEGIO DE PERIODISTAS
A pesar de la grandilocuencia de las palabras del acto, lo cierto es que la convocatoria fue baja, incluso más de lo que se esperaba. Aún cuando el de hoy es el día más importante para la prensa nacional y está cruzado por la coyuntura de la crisis que más ha afectado al gremio, el Colegio de Periodistas y el Círculo de Periodistas de Santiago no fueron capaces de convocar a un número decente de trabajadores.
Llamó la atención el alto promedio de edad de los asistentes y la ausencia de trabajadores de la comunicación más jóvenes en las agrupaciones gremiales, que en definitiva son el grueso de quienes se desempeñan en condiciones de flexibilidad, abuso y precariedad laboral. Los periodistas presentes, en cambio, se abalanzaron hacia el vocero (s) de Gobierno, Neftalí Carabantes, para preguntarle sobre otros asuntos de la contingencia.
Respecto a medidas concretas para atacar los despidos en los medios de comunicación, Carabantes se limitó a comprometer su “apoyo moral” y “voluntad” política para proteger a los trabajadores y el desarrollo del pluralismo a nivel nacional y regional. Señaló también que “los privados tienen que hacer un esfuerzo por mitigar los efectos de la crisis como lo ha hecho el Estado, y en eso caben los medios”.
Los organizadores, en tanto, no hicieron ningún llamado a movilización en defensa de la dignidad del gremio ni exigieron medidas concretas. Se limitaron a repetir que los periodistas deben estar en “estado de alerta” y a solicitar aplausos para el representante de Gobierno, quien a juicio de Patricio Parraguez, secretario general del Consejo Metropolitano del Colegio, respondió con “claridad y contundencia” las demandas de los trabajadores.
por Francisco Figueroa Cerda
El Ciudadano