Los ejércitos gay han existido. En la antigua Grecia el Batallón Sagrado de Tebas fue un reconocido ejército de élite formado por 150 parejas gay, el heroísmo militar de los espartanos se basaba en las relaciones homosexuales y Platón recomendaba la formación de ciudades y ejércitos de “amantes y amados”. ¿Por qué los heterosexuales se apoderaron de la exclusividad de las fuerzas armadas?
Platón, el gran filósofo griego, defendió en su obra El Banquete que debiera formarse un ejército de hombres homosexuales, afirmando que “si los hombres como esos combatieran uno a al lado de otro, vencerían, aún siendo pocos, por así decirlo, al mundo”.
Recientemente el diputado chileno Ignacio Urrutia afirmó: «Las Fuerzas Armadas tienen que velar por la soberanía de nuestro país y el día que nos llenemos de homosexuales lo que va a ocurrir es que nos va a invadir cualquier país con una facilidad gigantesca». ¿Qué pasó entre el siglo IV a.C. de Platón y el siglo XXI d.C. de Urrutia? ¿Los gays perdieron la fuerza o la valentía que les caracterizaba con el pasar de los últimos 26 siglos? ¿O más bien ha cambiado la forma en que se valora a las personas homosexuales?
La historia es de gran ayuda para aplacar los prejuicios. Urrutia encendió en Chile un debate sobre “tolerancia”, sobre si es justo discriminar a los homosexuales en la milicia. Pero lo que está detrás va más allá de la discriminación. Hoy en día muchísima gente tiende a pensar que la personalidad requerida para ser un soldado está íntimamente relacionada con los tipos de relación o deseo sexual que tienen. Estas ideas podrían tildarse de “pseudociencia” si alguien pretendiera afirmar que existen correlaciones entre estos aspectos de la personalidad y el comportamiento. Pero nadie lo afirma. Bueno, el diputado Urrutia sí. La ciencia actual niega la idea generalmente compartida de que la preferencia sexual de una persona esté causalmente relacionada a los aspectos no sexuales de su personalidad: no tienden a ser más morales ni menos valientes, ni más inteligentes ni menos honestos. Pero tal vez no son necesarios tantos estudios científicos. La historia ayuda a aplacar los prejuicios.
A continuación transcribo las palabras de Platón, quien explicó las razones de la potencial fortaleza de un ejército gay. Tal vez Platón se equivoque y seguramente no tomó en cuenta muchos factores. Pero el texto sirve para percibir cómo piensa alguien poco prejuiciado sexualmente.
Y esto mismo observamos también en el amado, a saber, que siente extraordinaria vergüenza ante sus amantes cuando se le ve en una acción fea. Así, pues, si hubiera alguna posibilidad de que exista una ciudad o un ejército de amantes y amados, no hay mejor modo de que administren su propia patria que absteniéndose de todo lo feo y emulándose unos a otros. Y si hombres como ésos combatieran uno al lado de otro, vencerían, aun siendo pocos, por así decirlo, al mundo.
Un hombre enamorado, en efecto, soportaría sin duda menos ser visto por su amado abandonando la formación o arrojando lejos las armas, que si lo fuera por todos los demás, y antes de eso preferiría mil veces morir. Y dejar atrás al amado o no ayudarle cuando esté en peligro, ninguno hay tan cobarde a quien el propio Eros no le inspire para el valor, de modo que sea igual al más valiente por naturaleza. Y es absolutamente cierto que lo que Homero dijo, que un Dios ‘inspira valor’ en algunos héroes, lo proporciona Eros a los enamorados como algo nacido de sí mismo.
Platón. El Banquete
Por Dr. Pablo Razeto Barry
Director Instituto de Filosofía y Ciencias de la Complejidad (IFICC)
REFERENCIAS
Sobre aspectos filosóficos e históricos de la homosexualidad: Pickett, B. 2011. Homosexuality. Stanford Encyclopedia of Philosophy.
Sobre aspectos científicos de la homosexualidad: Rosario, V.A. 2002. Homosexuality and Science. A Guide to the Debates. ABC-CLIO.
Sobre los ejércitos homosexuales en la antigua Grecia: Hanson, V.D. 2009. The Western Way of War: Infantry Battle in C lassical Greece. University of California Press.