Una recopilación bibliográfica a cargo de un equipo de expertos en arqueología pública, pertenecientes al Centro de Investigación en Arqueología Marítima del Pacífico Sur Oriental (ARQMAR), ubicado en Valparaíso, ha dado varias luces acerca de los misterios que yacen en el fondo submarino de las costas chilenas.
Liderados por Diego Carabias, especialista en Arqueología Marítima, esta organización lleva 20 años en la búsqueda de sitios patrimoniales subacuáticos y actualmente está trabajando para tener un registro que sirva de insumo para futuros proyectos en las costas de Chile.
En ese sentido, uno de los descubrimientos más destacados ocurrió en 2005, en la bahía de Quintero, donde se hallaron restos de huesos de fauna de la última glaciación. Se trata de un descubrimiento que mantiene ocupados hasta hoy a los arqueólogos, tanto a nivel nacional como internacional, y que ha concentrado la atención del mundo científico.
Los especialistas han confirmado que en ese fondo subacuático hay huesos de caballos americanos que estaban antes de la llegada de los primeros asentamientos humanos, además de restos de guanacos gigantes y ciervos (mega-hervíboros).
“Esta evidencia es importante porque los restos han podido conservarse incluso pese a las transgresiones marinas en una plataforma estrecha e inclinada como la del pacífico”, explica Diego Carabias.
La gran relevancia de este hallazgo es que “es el único sitio encontrado a nivel sudamericano con fauna extinta del período de los milodones. Es la primera fauna después de la última glaciación descubierta en el fondo del mar, a 700 metros de la costa, a 13 metros de profundidad en Quintero (altura de GNL)”, precisaron los expertos.
“Somos cautos en determinar si hay o no evidencia humana. Esta es la primera evidencia de un paisaje terrestre sumergido disponible para esta mega fauna y eventualmente grupos humanos y sus recorridos en el periodo pleitoseno tardío”, añadieron.
Valparaíso en tanto, tiene una relevancia especial, porque esta ciudad es el referente nacional e incluso, en el ámbito internacional, para posicionar la importancia de estas investigaciones.
«Hay más de 70 vestigios identificados, y hay información aún no explorada, por ejemplo, sobre una nave de origen inglés llamada Arequipa, que naufragó en 1903, con 100 pasajeros a bordo. En esta bahía también se ha descubierto vestimenta, utensilios de cocina, y restos de naves de épocas distintas que son sin duda muestras de la riqueza histórica de esta ciudad y que se conoce muy poco», puntualizaron los investigadores.
Esa prospección podría convertirse, señala Carabias, “en un gran desafío, pues estaríamos dispuestos a bajar 50 metros de profundidad para explorar qué sucedió con ese naufragio, pero necesitamos más recursos para lograrlo”, concluyó el especialista.