- Presidenta de CONFEDEPRUS criticó aprobación en Cámara de Diputados del tratado, el que en el área de la Salud Pública puede restringir el acceso a medicamentos genéricos y bioequivalentes, además de afectar derechos laborales y perpetuar el sistema de pensiones.
Con 77 votos a favor, 68 en contra y 2 abstenciones, durante la tarde de este miércoles 17 de abril la Cámara de Diputados votó a favor de la aprobación del polémico Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, y que suscribe comercialmente a nuestro país con 10 naciones. Lo anterior, a pesar de diversas demandas ciudadanas y de organizaciones sociales que llamaban a rechazar este acuerdo internacional, entre ellas CONFEDEPRUS.
Al respecto la presidenta de nuestra confederación, Consuelo Villaseñor, señaló que “hace unos días, junto con el Colegio de Químico-Farmacéuticos de Chile y la Federación de Colegios Profesionales, expresamos nuestro desacuerdo y rechazo a la eventual aprobación en la Cámara baja de este tratado comercial, que bajo el pretexto de generar más crecimiento, empleos, mayores salarios y nuevas y mejores oportunidades para pymes producto del beneficio que significaría para exportadores poder contar con mejores aranceles en los países miembros del tratado, se impone sin considerar sus perjuicios, como son entre otros la posibilidad de que la propiedad intelectual de los medicamentos esté protegida por 12 años, lo cual impedirá la existencia de genéricos y bioequivalentes más baratos, facilitando el enriquecimiento de monopolios farmacéuticos. Esto, además de excluir derechos laborales como el de las vacaciones y el de pre y post natal y mantener inalterable el sistema de pensiones a través de la mantención de las AFP”.
“Los TPP son instrumentos para despotenciar aún más a los estados e incrementar la escalada privatizadora que se ha venido desplegando de manera cada vez más desatada, restringiendo cada vez más los derechos de la ciudadanía en beneficio de intereses económicos particulares. De hecho, estas transnacionales podrán impugnar y revertir decisiones adoptadas de manera interna que puedan ir en contra de sus intereses. Por eso, estos Tratados de Libre Comercio no pueden ser temas en los que el Congreso sea sólo un buzón de voz para aprobar de manera rápida lo que envíe el Ejecutivo, sin que la ciudadanía sepa o debata respecto de temas que la perjudican directamente. Este tema debería haber pasado, por ejemplo, por la Comisión de Salud. Esperamos que por haber sido una votación muy estrecha -es el tratado que ha tenido el nivel más alto de rechazo de los que se han votado en el Congreso- se pueda revertir en el Senado antes de poder ser promulgado por el Presidente Piñera”, finalizó Villaseñor.