Agentes del Servicio Secreto estadounidense se encuentran en las afueras de la embajada de Venezuela en Washington, horas antes que finalice el plazo para que los representantes del Departamento de Estado y del diputado Juan Guaidó, asumieran el control del edificio diplomático, informó el corresponsal de la agencia Sputnik.
«El primer auto del Servicio Secreto llegó alrededor de las 18:15 hora del Este (22:15 GMT) el 23 de abril y al menos cuatro vehículos estaban estacionados frente al edificio; la policía dijo que recibieron informes de que la embajada había sido objeto de vandalismo», reportó el corresponsal.
La fecha límite para que la delegación del presidente Nicolás Maduro abandone el edificio es el 25 de abril, luego de la resolución emitida por la Organización de Estados Americanos (OEA) que reconociera al representante de Juan Guaidó como embajador.
Vale recordar que desde el pasado 23 de enero Venezuela vive una crisis política tras la autoproclamación del diputado Juan Guaidó, como «presidente encargado», con el total respaldo del Gobierno de Donald Trump.
Con esta acción, desconocen el Gobierno legítimo de Nicolás Maduro, quien resultó electo para el período presidencial 2019-2025, en los comicios del 20 de mayo de 2018.
Activistas custodian embajada
La organización Codepink lidera la custodia de la sede diplomática venezolana en Washington, para evitar que Guaidó y su equipo tomen el control de las instalaciones, como lo hizo en el consulado en Nueva York.
De acuerdo con un artículo firmado por Medea Benjamin, cofundadora de Codepink, el resguardo de la embajada se lleva a cabo en un «trabajo codo a codo» con el personal diplomático de Venezuela en Estados Unidos.
La acción está justificada con el artículo 22 de la Convención de Viena de 1961 sobre relaciones diplomáticas, que establece que el Estado receptor «debe proteger las sedes diplomáticas de otros países en su territorio de cualquier intrusión, perturbación de la paz o menoscabo de su dignididad».
Ruptura de relaciones
Los Gobiernos de Venezuela y Estados Unidos rompieron relaciones diplomáticas en enero, tras la solicitud del presidente Nicolás Maduro.
Desde entonces, la administración de Washington ha comenzado una persecución contra la nación sudamericana, que incluye la confiscación de bienes y cuentas bancarias. Situación que agudiza la crisis económica que vive el pueblo venezolano.
El embajador de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, ha reiterado en varias oportunidades que lo que vive actualmente su país es la segunda guerra por la independencia, parecida a la que libró Simón Bolívar en el siglo XIX.
Venezuela es uno de los países con mayores reservas petroleras del mundo, además de otras riquezas minerales que posee. Situación que la hace blanco de los intereses de los Estados Unidos.
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