La Conferencia Episcopal rechazó la eliminación del secreto de confesión en casos de delitos contra menores aprobada por la Cámara de Diputados, mediante un proyecto de ley que modifica el Código Procesal Penal y que obliga a los sacerdotes a informar sobre esos hechos.
El secretario general de la conferencia, obispo Fernando Ramos, declaró a La Tercera que “en términos generales la iglesia apoya las iniciativas que ayuden a hacer justicia sobre abusos. En consecuencia, la obligatoriedad de denunciar parece razonable en todos los ámbitos donde hay presencia de menores de edad, incluidos los religiosos”.
Sin embargo, Ramos señaló que “el único asunto que presenta una seria dificultad es el tema particular del sigilo en la confesión, que para la Iglesia universal es un sacramento y, por siguiente, un acto de culto que está resguardado por la legislación chilena, específicamente por el Código Penal”.
“Si un sacerdote viola el sigilo sacramental, recibe la grave pena de la excomunión. No hay legislación en el mundo que haya pasado a llevar este principio”, añadió.
Por su parte, el administrador apostólico de Puerto Montt, Ricardo Morales, indicó al diario que “me parece que el secreto de confesión es inviolable. No se puede vulnerar la conciencia de la persona que frente a Dios manifiesta sus pecados. Otra cosa es que estemos en contra de todo encubrimiento y abuso de menores”.
“Creo que, en la misma confesión, el confesor puede tener herramientas para que una persona que confiesa una situación de abuso de menor, por ejemplo, no se le dé la absolución, si no denuncia ella, o no se le dé el perdón”, añadió.