En el país sudamericano persiste un aumento significativo de la demanda, en lugares donde las fuentes ya no ofrecen agua suficiente para la plena atención
La cifra es alarmante, pero cierta: 60,9 millones de personas están bajo riesgo de quedarse sin agua en Brasil, producto del agotamiento de las fuentes hídricas, la sequía y un prolongado período sin lluvias, reveló un estudio gubernamental divulgado por el portal Rede Brasil Atual.
De ese total, 20,5 millones residen en la región metropolitana de Sao Paulo, que sufrió una grave crisis de suministro en 2014 y 2015.
El número de paulistas bajo riesgo equivale a casi la mitad de la población del estado. Otros 11,8 millones están en Río de Janeiro, informó el portal de noticias Prensa Latina.
Tal riesgo de desabastecimiento afecta a 5 millones de personas en el estado de Pernambuco, 4,5 millones en Minas Gerais, 3,1 millones en Bahía y 1,8 millones en Paraíba.
De acuerdo con la Agencia Nacional del Agua (ANA), persiste un aumento significativo de la demanda en lugares donde las fuentes ya no ofrecen agua suficiente para la plena atención.
La entidad elaboró un nuevo índice para medir el riesgo de desabastecimiento en los depósitos monitoreados.
El Índice de Seguridad Hídrica (ISH) apunta a la cantidad de residentes en riesgo, considerando factores como la oferta de agua para la población, la producción económica, la vulnerabilidad de los manantiales y el potencial de las existencias.
Datos de la Compañía de Saneamiento Básico del estado de Sao Paulo (Sabesp) indican que el volumen almacenado en los siete reservorios de la región metropolitana corresponde al 76,5 por ciento de la capacidad.
Lo anterior por encima del 69,9 registrado en 2013, último año antes de la sequía que llevó a la población paulista a convivir con el racionamiento de agua.
En Río de Janeiro, la represa de Paraíba do Sul opera con el 55,8 por ciento de la capacidad, por debajo del registrado en 2013: el 65.
Además de los riesgos actuales, la ANA destacó que si no hay obras y acciones de reducción de pérdidas y desperdicio, el número de personas amenazadas debe aumentar en un 21 por ciento hasta 2035, llegando a aproximadamente 75 millones.
La agencia propuso un conjunto de 99 obras prioritarias, como nuevas represas, ductos y canales, que figuran en el Plan Nacional de Seguridad Hídrica. De estas obras, 15 serían en Sao Paulo y 9 en Río de Janeiro.
Brasil tiene el 12 por ciento del agua dulce del mundo, pero está básicamente en la región norte, a diferencia del sector eléctrico. La gente no tiene líneas de transmisión para hacer la distribución’, explicó Marcelo Cruz, director de la ANA.
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