El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en su intención de impulsar la tenencia de armas en su país, firmó un segundo decreto en el que flexibiliza reglas para el registro, tenencia, porte y comercialización de armas y municiones para coleccionistas, tiradores deportivos y cazadores en el país sudamericano.
«Este decreto no es un proyecto de seguridad pública, es algo más importante que eso, es el derecho individual del que quiera tener un arma de fuego pueda hacerlo, obviamente respetando y cumpliendo algunos requisitos», dijo Bolsonaro luego de firmar este decreto en el Palacio del Planalto de Brasilia, reseñó la agencia rusa Sputnik.
Las principales agencias que dieron cobertura a este acto público destacaron la presencia de representantes de la industria de armas, el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Sérgio Moro; el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva y parlamentarios de la llamada «bancada de la bala», denominados así por ser quienes velan por los intereses del sector manofacturero y comercial del sector armamentista.
Más cartuchos y armas
El texto del decreto todavía es un misterio, debido a que aún no fue divulgado para la opinión pública, sin embargo, Bolsonaro adelantó algunos cambios entre los que destaca el aumentar de 50 a 1.000 el número de cartuchos por año permitidos para coleccionistas, cazadores y practicantes de tiro deportivo.
Entre las novedades de este decreto, adelantado por Bolsonaro, se encuentra la decisión de autorizar a los tiradores deportivos federados el poder desplazarse desde su casa hasta los polígonos con el arma cargada de munición, con lo cual se deroga la anterior norma que lo prohibía.
Agregó el mandatario que se permitirá que los rangos menores de las Fuerzas Armadas, desde sargentos a subtenientes, tengan también derecho al porte de armas.
Nuevo decreto en vía
Por su parte, el ministro jefe Onyx Lorenzoni, agradeció al mandatario por cumplir sus promesas electorales en favor de las armas. «Ahora, delante de nuestras casas podremos decir ‘esta casa tiene dueño, esta casa merece respeto’; quien cruce esa frontera sabrá que ahora el ciudadano de bien podrá proteger a quienes ama, su integridad y su vida», añadió el ministro, reseñado por Sputnik.
Lorenzoni señaló que el próximo paso es el permitir a los propietarios rurales portar armas dentro de su propiedad para «poder defenderse de ladrones y eventuales invasiones de tierra»; para ello aguardan un tercer decreto.
En enero, Bolsonaro firmó el primero de estos decretos que flexibiliza la venta de armas a civiles, con la intención que los brasileños pudiesen comprar y guardar armas de fuego en su casa con más facilidades.
Según el presidente brasileño, su intención es aprobar el porte de armas que permita a los ciudadanos ir armados por la calle; sin embargo, esta disposición necesita ser aprobada por el Congreso Nacional, donde existen sectores opuestos a la iniciativa armamentista de Bolsonaro.
En la actualidad, las autoridades brasileñas permiten la tenencia de armas a mayores de 25 años, sin antecedentes, con trabajo, capacidad psicológica, siempre y cuando su uso sea justificado. Con el segundo decreto de Bolsonaro, los requisitos se flexibilizan.
Bolsonaro reiteradamente señala que en 2005, en un referendo sobre el tema, el 63 % de los brasileños se pronunciaron en contra de la prohibición de la venta de armas a civiles, pero nunca se cumplió, por lo que aspira que su decreto permita a los brasileños ejercer el derecho a la autodefensa, en un país donde la violencia ocasiona cerca de 60 mil muertes cada año, según cifras oficiales.