Evitar el «sufrimiento» del delincuente. Con esa frase podría perfectamente resumirse la decisión adoptada por el Tribunal Constitucional (TC) en favor del empresario Raúl Schüler (74), sujeto formalizado por receptación reiterada, infracción a la Ley de Monumentos Nacionales e infracción a la Ley de Control de Armas y Municiones. Esto, luego de que se descubriera que en un fundo de su propiedad mantenía una gran cantidad de estatuas y otras especies avaluadas en 4.000 millones de pesos, muchas de ellas robadas.
El TC le lanzó un insólito salvavidas a Schüler, luego de que su defensa acudiera al polémico organismo para solicitar la inaplicabilidad de un artículo que le impedía acceder a una pena sustitutiva en caso de ser condenado por los mencionados delitos.
Piezas incautadas. Foto: PDI
Ocurre que el sujeto, de ser condenado por la Ley de Control de Armas y Municiones, no habría tenido derecho a las penas sustitutivas que permiten cumplir las condenas impuestas por la justicia en libertad.
En un fallo dividido, el TC declaró entonces inaplicable dicho artículo en el caso de este acusado, argumentando que «en consideración a diversos principios constitucionales, entre ellos el principio general de humanidad basado en el valor de la dignidad humana, y al hecho que la pena es, básicamente, privación o restricción de derechos personales o de bienes protegidos por la norma jurídica, la acción punitiva del Estado no debe propender a infligir el mal por sí mismo o el mero sufrimiento de aquel miembro de la sociedad que infringió la ley», según consignó Emol.
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