La mañana de este viernes la Agencia Marítima Aconcagua (AGMAC), empresa de muellaje filial de Puerto Ventanas S.A, le comunicó a los trabajadores del Sindicato de Estibadores Quintero Ventanas que las funciones de amarre ya no serán realizadas por éstos últimos, pasando -según informaron desde la organización- a ejecutarse en principio por otros empleados de Puerto Ventanas.
Junto con ello se les señaló que la medida tiene lugar en el contexto de una reestructuración de la empresa AGMAC S.A.
Frente a esto el Sindicato se ha comenzado a movilizar y a través de una declaración pública destacan, primero que todo, que históricamente la labor de los estibadores ha incluido una serie de funciones anexas a la estiba y desestiba de mercaderías, entre ellas el mencionado amarre de las naves.
Una vez expuesto esto, acusan que la aludida «reestructuración» en la compañía de muellaje les ha traído como consecuencia que de 140 socios del Sindicato, esta cifra se haya reducido a solo 78.
Por otra parte, sostienen que «la decisión de privarnos de la labor de amarre, se ejecuta porque estamos próximos a negociar colectivamente, y en la solicitud de servicios mínimos de la empresa, el Sindicato rechazó otorgar socios para realizar esta función».
En esa misma línea advierten que la labor de amarre la han «desarrollado gratuitamente por 27 años, hecho inédito en comparación a otros puertos del país, y justamente para esta negociación pediríamos una bonificación por este trabajo, hecho sabido por la empresa».
Ante este escenario, la organización sindical enfatiza en que «defenderemos nuestros trabajos, defenderemos nuestras remuneraciones y defenderemos a nuestros socios». «Basta de aceptar a trabajadores de primera y segunda categoría, cuando todos somos igual de relevantes en el Puerto de Ventanas. Basta de sobrecarga laboral, con la cual cada vez nos vemos más afectados por la falta de dotación idónea para los turnos de trabajo», añaden.
Por último, los trabajadores movilizados realizan un llamado a Puerto Ventanas S.A. y a sus dueños, el grupo Sigdo Koppers, quienes -apunta el Sindicato- «hace pocos meses publicaban orgullosos las ganancias obtenidas durante el 2018, y que ascendieron a US$161,6 millones, un 18,16% mayor a lo registrado durante el período 2017, a que reviertan esta mala decisión que afecta directamente a sus trabajadores y sus familias, ya que cada día que pasa, se nos excluye de más funciones que históricamente hemos realizado».