La caída del suministro interno de combustibles está en la poca disponibilidad de insumos, como los diluyentes y especialmente los aditivos, para procesar el crudo y de allí obtener la gasolina
Las colas de vehículos en las estaciones de gasolina de algunas regiones de Venezuela aumentaron inusualmente en los últimos días, éstas no se dan abasto para atender decenas de conductores de automóviles que se congregan en las gasolineras para surtirse del combustible que mueve el transporte público y privado.
¿Por qué un país petrolero (base de la producción de gasolina y diesel) afronta actualmente una crisis de dimensiones impredecibles para la vida de esa nación? El portal venezolano de investigación Misión Verdad, en un análisis publicado recientemente, señaló que “la situación obedece, sin duda, a los efectos generados por las acciones contra la economía venezolana que han sido emprendidas por Washington en los últimos dos años”.
Estos han escalado a niveles inéditos en lo que va de 2019, mediante acciones específicas contra la industria petrolera nacional Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA).
Señalan que la causa fundamental en la caída del suministro interno de combustibles está en la poca disponibilidad de insumos, como los diluyentes y especialmente los aditivos, para procesar el crudo y de allí obtener gasolina.
Prohibir venta de diluyentes y aditivos para gasolina venezolana
Explicaron que los diluyentes son químicos como la nafta, que tienen el propósito de hacer maleable el crudo extrapesado venezolano y facilitar su traslado para la exportación.
La venta de diluyentes a Venezuela comenzó a decaer en su mercado habitual de adquisición, en Estados Unidos, desde las sanciones de agosto de 2017.
En el presente, aunque las exportaciones venezolanas han menguado significativamente por causa del veto a sus exportaciones de crudo, el país mantiene una cuota que intenta sostener, pese a la falta de diluyentes.
En ese sentido Venezuela ha tenido que empezar a mezclar crudo liviano, con su crudo extrapesado, para poder realizar despachos.
No obstante el crudo liviano de Venezuela es cada vez más escaso y es el insumo fundamental de la dieta de las refinerías venezolanas, las cuales surten el mercado interno de combustibles.
Si el crudo liviano va a su uso como diluyente, se genera un efecto en cadena en las refinerías venezolanas. Estimaciones indican que en los últimos dos años la refinación en el Complejo Refinador de Paraguaná (CRP) ha caído, por estas razones, de unos 180 mil b/d a unos 120 mil.
Diversas empresas han cedido a las presiones estadounidenses para no despachar diluyentes al país. El caso más conocido es el del último proveedor, la empresa India Reliance Industries.
«Desde que se impusieron las sanciones y en contra de lo que dicen algunos informes, Reliance ha detenido toda provisión de diluyentes a Pdvsa y no reanudará esas ventas hasta que las sanciones se levanten», dijo una vocera de esa empresa en un reportaje para la BBC citado por el portal venezolano.
El 29 de enero Venezuela recibió el último despacho de nafta a cargo de Reliance en el puerto de Jose, en el oriente venezolano, según Refinitiv Eikon, una firma energética especializada en refinación de crudo.
Además de los diluyentes para la gasolina se encuentran los aditivos, estos son químicos especializados que se usan para equilibrar los componentes del combustible, indispensables para la producción de gasolina.
“Venezuela ha realizado mantenimiento a sus refinerías y tiene activos sus procesos de craqueado catalítico”, señaló la investigación.
No obstante, agregó el portal, la gasolina no puede producirse sin aditivos, siendo los más adecuados para las refinerías venezolanas los de fabricación en el mercado estadounidense, un mercado al cual Venezuela no accede ahora por las sanciones.
El país ha dependido del suministro de aditivos de varios países, no obstante desde enero de este año diversas empresas se han rehusado a proveerlo para no ser objeto de sanciones por parte del gobierno estadounidense.
Neutralizar la operatividad de la empresa Citgo
El portal recordó que desde 2017 se agudizó el veto a Pdvsa del mercado estadounidense de repuestos, refacciones e insumos para la industria petrolera venezolana.
Es sabido que el parque tecnológico de Pdvsa sigue siendo mayoritariamente compuesto por tecnologías estadounidenses y el bloqueo se traduce en un impacto severo a las operaciones en el país.
No obstante, la industria venezolana había logrado desplazarse, con dificultades, accediendo a diluyentes, aditivos y repuestos. En esa labor, la filial de Pdvsa en Estados Unidos, Citgo Petroleum había sido clave.
Por estar en suelo estadounidense y por no lidiar con restricciones como operadora de refinación y venta de combustibles en ese país, Citgo contaba con libertad para acceder a insumos y equipos en el mercado estadounidense para de esa manera enviarlos a Venezuela.
Pero ese proceso fue degradándose en los últimos dos años hasta alcanzar una paralización luego del congelamiento y confiscación de hecho de Citgo, desde el mes de enero de 2019, mediante una nueva batería de sanciones por parte del Departamento del Tesoro norteamericano.
A Citgo le fue impuesta una nueva directiva que responde al gobierno paralelo e inconstitucional de Juan Guaidó y la empresa tiene expresamente prohibido enviar dólares, insumos y equipos a Venezuela.
En ocasiones anteriores Citgo envió gasolina a Venezuela para cubrir contingencias, como una que tuvo lugar el año 2012, cuando se produjo una explosión mediante sabotaje de la refinería de Amuay en el CRP, en el estado Falcón, en el centro-occidente, evento que generó una paralización de las actividades en el principal centro de refinación del país.
Para Citgo es imposible apoyar a su casa matriz en las circunstancias actuales, dado el control de facto que Estados Unidos ejerce sobre ese activo estratégico venezolano.
La situación de la gasolina en Venezuela es impredecible, la situación del suministro de gasolina en algunas regiones de Venezuela se vuelve crítico. El Gobierno del país caribeño acelera medidas con otras naciones petroleras aliadas, para salir de la crisis. El país suramericano libra, ahora, la “guerra de la gasolina”, una lucha contra el bloqueo estadounidense altamente inflamable.