Una estimulante lectura del soul propone Ignacio Torres en “Ahora es cuando”. Aunque no es su primer acercamiento a la canción –el chileno fue integrante de Óvolo y también participó en el desaparecido sello Neurotyka– este trabajo es su carta de presentación oficial, una postal que destaca por sus arreglos y por el carisma de Torres, voz que cuenta con las capacidades para incursionar en formatos serenos o en registros cadenciosos que podrían alcanzar sin problemas la masividad.
De menos a más, el disco se inicia con el pulso lento de “El color del mar”, canción que se une a las programaciones de “Tu esencia”, una sofisticada pieza de R&B que se potencia con la colaboración de Muriel Naranjo en los coros. La serenidad continúa hasta “De fuego”, corte que vuelve a sacar partido a la electrónica. Sin embargo, en esta línea brillan “Otoño” y “Amores”, dos baladas que no ocultan el gusto de Torres por el romanticismo. Esta última es un buen ejemplo de la habilidad del cantante por rondar los tópicos clásicos del corazón pero sin recurrir a los vicios del soul, estilo obsesionado con la piel, los olores y la sobreactuación de la sensualidad.
Como complemento, los ritmos también seden espacio a los bajos y las percusiones aceleradas en “Sin apuro” y “Ahora es cuando”; asimismo, “Cosas sencillas” y “Nodudes” son dos guiños al hip hop que cuentan con los aportes de Seerjú y Tiei en las rimas. En estos minutos aparece la faceta más alegre del cantante, quien nunca olvida versos esperanzadores y positivos en sus letras.
En consecuencia, gracias a la meticulosa producción de “Ahora es cuando” –que no se queda corta en arreglos de viento, cuerdas, programaciones, efectos y colaboradores- Ignacio Torres firma un disco de buenas ideas y abierto a nuevas interpretaciones sonoras y poéticas para el soul nacional. Un grato acierto.
IGNACIO TORRES
“Ahora es cuando”
Independiente
CD, 2012
Por Felipe Mardones Vegas
Publicado en «Onda Corta: sonidos locales», El Ciudadano nº 134, Octubre 2012