La plaza Yaser Arafat está casi abarrotada de gente contenta, perfectamente consciente de que ha salido a la calle a celebrar una jornada histórica. Cordones adornados con banderas palestinas sobrevuelan la plaza de un lado a otro mientras en el centro se ha levantado una ruidosa plataforma desde la que distintos grupos y bandas lanzan sus notas musicales hacia la multitud enfervorizada.
La mayoría son jóvenes de ambos sexos, muchos estudiantes, venidos hasta esta simbólica ubicación desde toda el área de Ramala, pero simultáneamente tienen lugar actos similares en las principales ciudades de la Cisjordania ocupada. Sobre la plataforma, desviada ligeramente hacia la izquierda, se ha colocado una pantalla gigante que permite a los congregados seguir en directo los discursos y demás ceremonias que han tenido lugar en Nueva York.
Desde los ventanales del Café Ramala, situado en la primera planta de un edificio de la plaza, varios curiosos fuman sus narguiles acompañados de café o té. Algunos han traído cámaras y sacan fotografías de lo que en cada momento ocurre en la plataforma o en el resto del campo visual. Las cristaleras de la cafetería muestran grandes fotografías de Arafat y de Mahmud Abás.
Los comercios de la zona, como los del resto de los territorios palestinos, estuvieron abiertos durante todo el día y, en ese sentido, la de ayer fue una jornada normal. Sólo después de los horarios de oficina se acaba de llenar la plaza. La gente sonríe abrigada, puesto que aunque se trata de un día templado, veintidós grados a la sombra, circulan de tanto en tanto rachas de aire que pueden resultar molestas.
Inmediatamente después de la votación en la Asamblea General, alrededor de la medianoche, los asistentes explotaron de alegría, saltaron, bailaron, cantaron y se abrazaron en medio de un gran entusiasmo. La plaza Yaser Arafat contaba con una fuerte presencia policial que no pudo evitar que algunos de los participantes dispararan ráfagas al aire.
«No vamos a la ONU con espíritu de revancha sino de paz, pero somos conscientes de que a partir de ahora tendremos ciertos derechos que podremos utilizar, y entre ellos está el Tribunal Penal Internacional. Deseamos que Israel no nos obligue a ir, pero si es necesario iremos», dice con resolución Xavier Abu Eid, que forma parte del grupo de apoyo del equipo negociador palestino.
Y esto podría ocurrir perfectamente en un futuro muy próximo puesto que nadie duda de que el primer ministro Binyamin Netanyahu en cualquier momento aprobará más construcciones en las colonias de los territorios ocupados. En una situación así, los palestinos tendrán en sus manos las herramientas del Tribunal Penal Internacional y la Cuarta Convención de Ginebra. «Ha sido un día de enorme felicidad sobre todo por la esperanza que se abre en dirección al futuro. Nuestro deseo es poner fin a 65 años de impunidad. El voto de Nueva York es contra la colonización, no contra Israel, y el resultado deberá trasladarse al terreno de alguna manera», señala Abu Eid.
PROCESO EN LA ONU
Ya lo era para millones de personas. Ya habían sido reconocidos por multitud de países de todo el mundo. Ahora lo es también a ojos de Naciones Unidas: Palestina ya es un Estado. La Asamblea General de la ONU ha aprobado por mayoría absoluta (138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones) reconocer a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como un Estado observador no miembro.
Casi 65 años después de la histórica votación en Naciones Unidas que creó el Estado de Israel, partiendo en dos entidades el protectorado británico, la Asamblea General aprobó el jueves una resolución que otorga a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) el estatus como entidad observadora en la ONU. Es un paso simbólico muy importante después de varios intentos fallidos por parte de los palestinos para lograr este grado de reconocimiento diplomático.
Antes de la votación, el presidente de la ANP, Mahmud Abás, había pedido a la Asamblea que expedite “el certificado de nacimiento de la realidad de un Estado palestino”. Los palestinos ya habían ganado acceso a representación en la Unesco y en la Corte Penal Internacional.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, celebró el resultado e hizo una llamada a israelíes y palestinos para que intensifiquen los esfuerzos de lograr la paz que se vio enturbiada por el ataque a la franja de Gaza hace pocos días. “Creo que los palestinos tienen su legitimo derecho a tener su propio estado independiente e Israel tiene derecho a vivir con seguridad dentro de sus fronteras”, dijo Ban.
El Gobierno israelí describió el discurso del líder palestino, que fue recibido con una gran ovación, como «difamatorio y venenoso”, y el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, advirtió a la Asamblea General que «los palestinos están dando la espalda a la paz”.
También Susan Rice, embajadora estadounidense ante este organismo, afirmó que la votación de la ONU sobre la situación de los palestinos pone nuevos obstáculos en el camino de la paz.
Entre el 28 de noviembre y el 1° de diciembre se desarrolla el Primer Foro Social Mundial “Palestina Libre”, al cual participará el movimiento de solidaridad de todo el mundo.
El encuentro impulsado por la comunidad palestina de Brasil y de diversas partes del mundo es un evento sin precedentes que coincide con el 65 aniversario de la partición de palestina por parte de la Organización de Naciones Unidas, el 45° aniversario de la ocupación militar israelí en Cisjordania, Jerusalem Oriental, la Franja de Gaza y los Altos del Golán. También en el décimo aniversario del inicio de la construcción del muro ilegal que divide a Cisjordania del resto de pueblos palestinos.
El Foro se inauguró este jueves con numerosas conferencias que se desarrollarán en diversos centros sociales, sindicatos, universidades y locales autogestionados. Todo este esfuerzo corre a cargo de un importante núcleo de militantes brasileños, que debieron toparse con todo tipo de presiones generadas por el lobby sionista local, que trató de impedir que el Foro se realizara. A todo esto se sumó una gigantesca campaña mediática señalando que quienes concurren al FSM son aliados o parte de organizaciones terroristas.
Sin embargo, el FSM ha recibido miles de pedidos de acreditación cursadas desde distintos países del mundo, y las primeras delegaciones arribaron desde los territorios ocupados hasta el local del Gasómetro de Porto Alegre, donde funcionan las oficinas centrales del Foro. Entre las otras delegaciones que concurren al Foro, se destaca la de Venezuela, Sudáfrica, Uruguay, Argentina, Chile, y otras muchas de varios países del continente, de Europa y África.
Se realizarán dos grandes marchas por las calles de Porto Alegre, dentro de las acciones callejeras que plantea el Foro. En la primera, denominada la «Marcha de los Sin», a los que reúne todos los años a los movimientos sociales de Río Grande do Sul que protestan por la injusticia social. Allí estarán los Sin Tierra, los Sin Vivienda, los nadies que luchan por ser incluidos. La Marcha está convocada este año con la consigna «Por el fin de todos los Muros», refiriéndose entre otros al muro del Apartheid israelí.
Por la mañana, las sesiones de conferencias fueron inauguradas en el recinto de la Universidad estatal, con una charla sobre el «Derecho Internacional, derechos humanos y el juzgamiento de los criminales de guerra». También, habrá charlas sobre la situación de los prisioneros palestinos, un encuentro de organizaciones sindicales que debatirán sobre el rol de los trabajadores en la liberación de Palestina, otra sobre la Educación popular en Palestina, el Derecho al Retorno de los desplazados por la represión sionista, la lucha de resistencia de las mujeres palestinas, y muchas charlas más, que abordarán la problemática del hermanamiento mundial con el combate palestino por su Independencia.
El Ciudadano