El senador por la Región del Biobío, Alejandro Navarro, considera que Chile no se merece un canciller como Roberto Ampuero porque tiene «evidentes limitaciones» y es una «figura menor y de escaso prestigio».
En un artículo de opinión titulado «El canciller en su laberinto», que se publicó en el portal El Desconcierto, Navarro advierte que en la actualidad no hay conducción de ninguna clase en la cancillería.
«Un Canciller dubitativo e irresoluto, no es capaz de imprimir claridad en los objetivos que se persiguen y, por lo mismo, no se percibe una estrategia ni una táctica visible de política exterior. No extraño entonces que la actuación de Chile haya dejado de ser previsible para nuestras contrapartes en la región y el mundo, tal como lo fue en el pasado reciente», expresó.
El legislador chileno agregó que nadie sabe a ciencia cierta cómo es que Ampuero logró treparse hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores.
«Hay quienes aventuran que el presidente (Sebastián) Piñera, colocado frente a la disyuntiva de nominar a dos personajes que apetecían el cargo, uno actual senador y otro actual ministro de otra cartera, optó por colocar en la posición de Canciller a una figura menor y de escaso prestigio. Reservándose para sí mismo la conducción de la política exterior del país», explicó.
En el texto, denunció que el canciller de la nación sudamericana es de profesión escritor de novelas y llegó al cargo que ostenta en la actualidad «sin tener la experiencia ni el conocimiento suficiente».
«Se dice que Ampuero no es capaz de contradecir al presidente prácticamente en nada, aunque afirma disponer de toda su confianza personal y política», señaló Navarro.
Y esa sumisión a los mandatos del jefe de Estado es lo que quizás lo ha llevado a mantenerse en silencio cuando, por ejemplo, ocurrieron las conversaciones del Tratado de Escazú, acuerdo cuya negociación Chile lideró junto a Costa Rica y del cual se retiró la firma intempestivamente.
«Tampoco Ampuero levantó la voz, o no quiso, a propósito de lo obrado respecto del Pacto Migratorio, a pesar de que el Presidente había señalado en la propia ONU que sus disposiciones estaban en plena concordancia con el proyecto de nuestra nueva Ley Migratoria», agregó.
El senador también refirió que los diplomáticos de carrera afirman que en el Ministerio de Relaciones Exteriores «prima la improvisación y el desorden» y Ampuero «se revela como incapaz de ejercer un auténtico liderazgo político, conceptual e institucional».
Por esta razón, aseguró que en la actualidad los diplomáticos chilenos no se ocupan de nada relevante, al punto que ni siquiera son considerados en las delegaciones presidenciales al exterior, algo inédito en la política de esa cartera.
Salas, la figura tras bastidores
En su artículo, el senador adelantó que es el joven asesor Benjamín Salas Kantor, hijo de la ministra de Deporte, quien parece ser la verdadera persona de confianza para Piñera en materias internacionales.
«Como dicen en el Caribe, Ampuero no “da pie con bola” en cuestiones internacionales y de política exterior (…) Chile no merece un Canciller con tales evidentes limitaciones. Hasta Ampuero, nuestros ministros de Relaciones Exteriores gozaban de un alto prestigio, tanto en Chile como en el exterior. Al punto que, con la excepción de Ampuero, los ciudadanos los distinguían con una alta valoración en las encuestas de opinión», comentó.
Finalmente, manifestó tener la convicción de que «el actual Canciller pasará a la historia de nuestra diplomacia como un personaje anodino. Alguien que ostentó una responsabilidad inmerecida para sus escasos méritos».